También hizo alusión al encuentro que, junto al presidente del Banco Central, Martín Redrado, mantuvieron por separado con Olivier Blanchard, director de Investigaciones Económicas del FMI, para rubricar un convenio que permitiría que el organismo tenga acceso a las estadísticas, pero sin auditarlas.

Sobre el campo, Boudou remarcó: “Ningún conflicto es bueno dentro de una sociedad, más allá del impacto económico que tiene; lo más importante es poder encontrar una armonía para todos los sectores como venía dándose desde el año 2003, que tiene que ver con comprender que todos los reclamos sectoriales son importantes”.

“Pero también es importante cómo le va a toda la República, y esta es la función del gobierno: entender las finanzas públicas como una visión de toda nuestra economía; por eso para nosotros es muy importante poder seguir manteniendo un esquema de diálogo donde se vayan resolviendo los conflictos en éstos términos”, recalcó Amado Boudou.

Boudou señaló a la prensa que la reunión con Blanchard se realizó en horas de la mañana en el Palacio de Hacienda. Luego, el directivo del organismo multilateral se dirigió a la sede del Banco Central, para reunirse con Redrado.

Durante la víspera, al participar de las Jornadas Monetarias y Cambiarias 2009, Blanchard habló positivamente de la línea de crédito flexible (LCF) que el FMI puso en marcha hace cinco meses para intentar favorecer una recuperación de la economía global y gestionar la crisis.

La LFC es una línea de financiamiento de corto plazo, de hasta un año, y que busca apoyar los esfuerzos para prevenir nuevas crisis.

Por su carácter contingente, los países beneficiados pueden acceder a él en el momento que lo requieran dentro del plazo pactado.

De esta forma, los desembolsos no son escalonados ni están condicionados al cumplimiento de objetivos de política, como ocurre en el caso de los programas tradicionales respaldados por el FMI. (www.agencianova.com)