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Gira regional

Netanyahu en Latinoamérica: De "visita histórica" a hecho intrascendente

Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel. (Dibujo: NOVA).

Por Israel Rabinowicz, corresponsal de NOVA en Israel

La semana comenzó en forma no tradicional. Por un lado, la oficina del primer ministro emitiendo un comunicado quejándose por el nulo tratamiento por parte de los medios israelíes a su primera visita a países latinoamericanos; lo que en Argentina, Colombia y México pudo haber sido noticia, aquí no se le dio importancia alguna. Por el otro, recibir un llamado desde la Cancillería con la intención de enviarme los “importantes” acuerdo firmados en los tres países y, seguramente consecuencia a mi anterior comentario sobre el bajo nivel de la delegación comercial que acompañaba, intentaron demostrar lo errado de mis palabras, clara demostración de lo mal, de la improvisación que, desde el principio, nació en la gira.

En todos los países, casi siempre en periodos pre electorales, los políticos en el gobierno hacen campaña inaugurando y reinaugurando obras públicas, las mismas obras se inauguran varias veces, las fotos y algunos renglones en las prensa el objetivo, todo es parte de una conocida mentira, un repetido marketing. Sirva el ejemplo para explicar que todos los “importantes acuerdos” firmados durante esta gira ninguno de ellos es nuevo, ninguno abrió nuevos caminos de mutua cooperación, de ampliación comercial, todos, repito todos, ya existen, pero ayudan para venderse y explicar la importancia de la visita.

Es por todos reconocido, en ello no tiene oposición, la habilidad de Benjamín Netanyahu para venderse en el exterior, sin duda el mejor embajador de Israel. Todos sus viajes son verdaderos éxitos de publicidad e imagen. En ese aspecto, las diferentes comunidades judías de los países visitados pueden estar ampliamente satisfechas, a nadie le importó que no ofreciera conferencias de prensa abiertas, que no aceptara preguntas. El reciente procesamiento de su esposa Sara por estafa no iba a ser ajena a éstas, a nadie le importó que si físicamente estaba en los lugares, mentalmente no. Ejemplo de ello son los cientos de mensajes telefónicos escritos y en video que envió a diferentes destinatarios en Israel solamente para proteger su coalición de gobierno.

En Argentina, seguramente éste debe haber sido el principal objetivo y el éxito personal de aquellos que gestionaron el viaje, al llegar de visita en plena campaña electoral. Su lectura política de apoyo al presidente Mauricio Macri es directa e inmediata, el cuestionado memorándum con Irán le dio pie para anticipar lo que será el tema central de su entrevista con el presidente Donald Trump y de su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. En Colombia, pese a su estadía de pocas horas, fortaleció al presidente Juan Manuel Santos en su proceso de pacificación con la guerrilla y en México dejó atrás el conflicto. Las molestias que, por una incontinencia verbal, generó al sugerir a Trump que podía inspirarse en Israel para construir el proyectado muro que separará ambos países.

Sin duda, esta será la semana de Netanyahu, todos los medios que no enviaron a sus representantes a Latinoamérica viajaron directamente hacia los Estados Unidos, aunque cualquiera, palabra más palabra menos, puede acertar sobre el contenido de la conversación con el presidente Trump y del discurso ante la UN, Irán y su peligrosidad no solo para Israel. El show Netanyahu está garantizado, serán parte del mismo los más de 50 jefes de Estado y de gobiernos que solicitaron un entrevista personal; una foto con Netanyahu es un importante capital político, y no dispondrá de tiempo para todas.

No son pocos los que aquí en Israel estiman que éste será para Netanyahu su último discurso ante la Asamblea Anual de las Naciones Unidas, que su estabilidad política está pendiente de muchos imponderables que escapan a su control, las diferentes investigaciones policiales y judiciales pueden, mediante algún sorpresivo testigo protegido, hacer saltar todo el tablero. Tan es así que el pasado viernes el más influyente comentarista político, como invitado al noticiero televisivo de mayor audiencia, ante la cercanías del Año Nuevo Judío, de Rosh Hashaná y la tradicional pregunta de cómo ve el próximo año respondió: con “Netanyahu como detenido dentro del celular de la Policía”.

A mis casi 674.000 receptores de mis newsletters en hispanoamérica, judíos y no judíos, Feliz Año Nuevo, Rosh Hashaná sameaj. Cuando son sinceros, los buenos deseos siempre son bienvenidos, cualesquiera sean los momentos en que se los recibe.

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