“De un tiempo a esta parte ya no estaban pudiendo realizar ninguna acción, hicimos un trabajo bueno de contención y ocurrió esto, lastimosamente mientras no los tengamos a todos tras las rejas irán haciendo esto”, agregó el vocero que atribuyó el supuesto éxito al trabajo de la FTC.

Insólitamente, señaló que el hecho de que el comando que asesinó a Valmir de Campo y quemó maquinarias en la estancia “El Ciervo” no haya dejado en el lugar videos o fotografías donde hace ostentación de sus armas, demuestra que su poder “se ha estancado”.

Sin embargo, el testimonio de los testigos de la última acción parece indicar todo lo contrario ya que la célula que atacó a los contratistas tuvo tiempo y libertad suficiente para almorzar junto a los trabajadores y decidir la ejecución de su capataz.

Apesteguía es el mismo uniformado que había dicho hace unos meses que la neutralización del EPP era “cuestión de tiempo”.

Las afirmaciones del vocero de la FTC no hacen más que ratificar lo que especialistas y entendidos vienen señalando hace años; las fuerzas de seguridad siguen haciendo un diagnostico erróneo del conflicto y sus actores.