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Panorama político nacional

Poblemas estructurales que no se resuelven expulsando narcotraficantes

Juan Ernesto Villamayor (Dibujo:NOVA).

Por José Maria Quevedo

El crimen organizado expuso en los últimos días la corrupción imperante en los organismos de seguridad y las limitaciones que tiene el Estado Paraguayo a la hora de enfrentar a las mafias y grupos armados que operan a lo largo y a lo ancho de todo el territorio.

Aunque la respuesta del gobierno ha sido firme e inmediata, la lógica aplicada preocupa y desnuda las falencias estructurales que tiene el país en materia de seguridad.

Si Abdo y Villamayor creen que la solución pasa por expulsar a los extranjeros con procesos penales y pedidos de extradición, estamos en serios problemas.

Si revisamos los antecedentes, la última experiencia de una política similar llevó a Colombia a una guerra entre el Estado y los Carteles que tuvo su punto más álgidos con la bomba en el avión de Avianca y la toma del Palacio de Justicia de Bogotá.

Impunidad y complicidad

Si se analizan las lineas de investigación de los últimos tres crímenes más sonados podemos encontrar un patrón en común; pese a haber mucho más que simples indicios que apuntan a la participación o por lo menos la complicidad policial, los fiscales limitan sus pesquisas a quienes serían los presuntos autores materiales de los hechos sin indagar en el posible trasfondo de los sucesos.

En el caso del quintuple crimen, la Fiscalía se concentra en la figura del joven Bruno Marabel, al parecer dueño de una mentalidad criminal fuera de lo común. El asesinato de Laura Casuso se resume a un “ajuste entre narco” ignorando que fue la propia abogada la que anticipó que gente del poder amenazaba con “licuarla” sino se callaba. Y en el caso de Marcelo “Piloto”, en una semana la Fiscalía ha sido incapaz de obtener información que los medios de prensa conseguimos en medios de 24 horas y que habla de una red que proveía de prostitutas a reclusos de alta peligrosidad tanto en la Agrupación Especializada, Emboscada como Tacumbú.

En medio de la tormenta desatada por el narcotráfico, el EPP al que la FTC aseguraba tener “controlado”, reaparece fusilando a un contratista en una zona donde el ejército tiene sus principales destacamentos.

La respuesta de Abdo no fue muy diferente a la que daba el anterior gobierno, se subió a un helicóptero y le brindó su respaldo al comandante de la FTC y sus subordinados.

“La recomendación del presidente es seguir trabajando sin descanso, sin desmayo, hasta cumplir con la misión” informó el coronel Héctor Grau sobre la visita del jefe de Estado a las tropas destacadas en Concepción.

“Fue una visita importante. La mayoría de las autoridades del área de seguridad estuvieron presentes. Lógicamente, el presidente vino con toda la intención de cerciorarse e interiorizarse de las operaciones en curso” agregó el uniformado.

Villamayor en la mira

Entre los ataques que recibe por parte de los medios del Grupo Cartes que lo consideran uno de los arquitectos de la victoria de Abdo y la indecisión que hasta el momento parece caracterizar su gestión, Juan Ernesto Villamayor pone cada vez en mayores aprietos al presidente Abdo que no puede darse el lujo de desplazar del cargo a su hombre de mayor confianza apenas cien días después de haber asumido la presidencia.

Pero no son solo los problemas que tienen que ver concretamente con la seguridad lo que desgastan al ministro, muchos le reclaman que no tenga un posición firme respecto a la intervención de los municipios sobre los que pesan sospechas de corrupción.

El último martes, Villamayor anunció la llegada de un equipo de expertos colombianos en contra insurgencia.

En contacto con Zona Franca (AM 1020 Radio Ñanduti) el exministro Rafael Filizzola anticipó lo peor.

“Hace diez años nos dijeron que si no tomábamos las medidas adecuadas terminaríamos como México”

Ojalá se equivoquen.

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