Nacionales
Feroz pelea

Guerra de entornos: la puja por el poder en la ANR

Mario Abdo y Horacio Cartes en el Congreso.

El problema no son Horacio Cartes y Mario Abdo, son los entornos del candidato y el presidente. Por un lado tenemos a Kalé Galaverna, Enrique Bachetta, Beto Ovelar y Cachito Salomón y por el otro a Javier Zacarías Irún, Oscar González Daher, Juan Dario Monges y Lilian Samaniego. Como bien explica el presidenciable, desde el Senado apoyó todos los proyectos que el Ejecutivo envió al Congreso durante los dos primeros años de gestión. Todo fue bien hasta enero de 2015 cuando HC optó por respaldar la candidatura de Pedro Alliana a la presidencia de la ANR y dejó “tirado” a Marito.

El problema para Cartes no era Abdo, el problema era la gente que lo rodeaba y para lograr la “bendición” del líder de Honor Colorado, Marito debía alejarse de su entorno. No lo hizo y el partido se quebró.

El punto culmine fue la enmienda. El enfrentamiento de los entornos fue feroz y ganó el de Abdo, pero no iba a ser la última batalla. Una supuesta renuncia del gobernador del Guairá, Rodolfo Friedmann, traslado el campo de batalla a Villarica. Fueron dos eses de intensas peleas que llegó a tener por momentos tintes de reality show y que según reveló el hoy exgobernador y candidato al Senado por Colorado Añetete, tuvo como causa el hecho de haberse “inmiscuido” en el plan cartista para apropiarse de los yacimientos de oro en Paso Yobai y su decidido apoyo a la candidatura presidencial de Mario Abdo. El golpe contra Friedmann fue tan evidente y bochornoso que hasta los liberales fueron hasta la Gobernación para ofrecerle su apoyo y solidaridad.

La batalla final y decisiva se produjo en las internas de noviembre. Abdo se impuso a Santi Peña y el golpe para los cartistas fue mortal. Pero mientras Marito buscaba sanar las heridas, su entorno trabajaba para terminar de “enterrar” a los derrotados. Los audios filtrados a la prensa en los que se escucha a González Daher operando con jueces y fiscales terminó con la suspensión del senador cartista y produjo la caída en dominó de toda un red de operadores y puso en jaque hasta al mismo fiscal general, Javier Díaz Verón.

La necesidad de Abdo de lograr la unidad del partido (y por ende el respaldo de Cartes) para tener chances de ganar la presidencia le da a su entorno la posibilidad de condicionar el apoyo y exigir “alguna cabeza”.

Como están las cosas de radicalizadas, parece difícil. Incluso Kalé habló de un plan para que Marito pierda elaborado por los “ultracartistas”. ¿Cómo terminará esta guerra?

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