“Las posiciones dogmáticas, religiosas, irrespetuosas e intolerantes con el pensamiento opuesto no construyen, al contrario, generan odio y resentimiento que son sentimientos que no dejan lugar a un planteo serio de nuestra realidad” continúa Kattya antes de mencionar que “existe una realidad inocultable que se maneja en la clandestinidad que como estado laico, debe ser considerada en los circuitos de educación y salud pública. Ese es el deber de los parlamentarios”

“Si aprendemos a escucharnos, a entendernos, a hacer empatía se me ocurre que podríamos salvar muchas vidas: de madres y de hijos” afirma.

En el siguiente párrafo, la diputada electa propone:

“Políticas públicas de apoyo psicológico, económico, centros de albergue y una ley de adopción menos burocrática son alternativas para apoyar, contener y ayudar a aquellas mujeres que se encuentran en la dramática situación que las conduce a pensar en el aborto como una “solución” a sus “problemas”.

“Esconder debajo de la alfombra realidades de embarazos no deseados que terminan en abortos (con o sin ley) nos conducen a una postura de intolerable hipocresía”.

“Estudiar las estadísticas y el mapa social actual, donde niñas y adolescentes son violentadas o quedan embarazadas sin apoyo familiar, ni estatal, nos puede llevar a avanzar en políticas públicas que nos ayuden a salvar vidas; lo otro - la negación- es invisibilizar situaciones que marcan de por vida y a fuego, a miles de mujeres”.

Finalmente, la parlamentaria por Central, sostiene:

“Yo digo NO AL ABORTO como principio transversal, pero digo SI al DEBATE y a la contención del estado, encaminado a planes que permitan a más mujeres insertarse en programas que contemplen ayudas psicológicas, económicas, de adopción y educación que nos permitan ser coherentes con la defensa a la vida de aquel ser que no eligió nacer”.