Horacio Cartes terminó su mandato entre los gobernantes más impopulares de America Latina. Ocupar la presidencia le sirvió para acrecentar su fortuna y la de sus amigos/gerentes/socios hasta niveles insospechados. Su mayor legado es el compilado de frases y definiciones que acuñó durante sus cinco años de mandato.
Durante la campaña había dado indicios de algo que sería una constante durante su gestión.
“Me voy a pegar un tiro en las bolas”
Así le respondió en campaña al entonces periodista “amigo” Enrique Vargas Peña cuando este le preguntó que haría si su hijo le dijera que quiere casarse con otro hombre.
“Todas son la primera dama”
Cartes se inauguró en la presidencia con esta frase que uso para salir del apuro en el que lo metió su exposa, Maria Montaña quien se “autoproclamó” primera dama.
Para atraer inversiones no tuvo mejor idea que trazar una analogía con lo que él entiende deben ser las mujeres:
“Paraguay tiene que ser esa mujer linda, tiene que ser fácil”
Durante un viaje a Brasil, dejó clara su predisposición para atraer capitales:
“Usen y abusen de Paraguay”
Aunque logró colocar en el gobierno y su primer anillo político a exfuncionarios stronistas, no logró apoyo para el nombramiento que más deseaba; el del nieto de Stroessner, “Goli” como embajador en la ONU
Cuando un cronista le cuestionó en la elección del nieto del dictador para el importante cargo, HC le respondió:
“¿Qué tenés con Stroessner? ¿Te sacó la novia?”
Durante una jornada de cierre de ruta que llevaban adelante lun grupo de campesinos, falleció un hombre. Cartes fue consultado sobre la situación y respondió:
“¿Qué querés que haga con el muerto? Se murió porque estaba ahí”
En otra ocasión fue consultado acerca de los altos índices de inseguridad en el país y su salida fue:
“Porque uno murió no se puede decir que la seguridad está mal”
Sobre las prospecciones geológicas que se estaban llevando a cabo en el Cerro León que generaron el rechazo de la ciudadanía, propuso como solución:
“Vamos a poner el cerro en una jaula”
Su conocida pasión por el whisky lo hizo trastabillar más de una vez, pero quizás nunca fue tan evidente como cuando remató un acto en Luque vitoreando la hinchada del Sportivo de esa ciudad.
¡Que vivan los chancholigans! dijo HC visiblemente excitado.
El cierre de este periodo de frases desafortunadas lo hizo a lo grande y para el mundo. Fue durante la última cumbre del Mercosur en que hizo las veces de anfitrión. En la ocasión, Cartes recibió al presidente de Brasil presentándolo como “Maikel" Temer y lo despidió diciéndole “gracias, Presidente de México”. Ese no era un buen día para Horacio que además confundió a la vicepresidenta Argentina, con la de su propio país, Paraguay.
