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Panorama Político Nacional

Mensaje "implícito" de Cartes para Marito: "Soy importante para el país, es momento de una tregua"

Horacio Cartes y Mario Abdo (Dibujo:NOVA).

Por José Maria Quevedo

Reunirse con José Ortiz es reunirse con Horacio Cartes, eso todos lo tenemos mas o menos claro.

La pregunta es ¿cómo puede ser que una reunión donde ser haría un anuncio tan importante como la instalación de la tercer cementara del país no estuviese en agenda?

La orden de detención contra JZI pudo haber sido el detonante: “Hay que hablar con este tipo porque si seguimos así, nos llevan puestos a todos”. Es que Cartes enfrenta un año difícil con Emilio Fuster controlando la frontera, la Comisión Messer capitaneada por un enemigo acérrimo con grandes aspiraciones políticas y dispuesto a llegar al fondo del asunto, un llamado a prestar declaración por la quema del Congreso, el GAFI presionando para que Paraguay ajuste cada vez más los controles sobre el lavado de activos, su principal aliado con orden de detención y en franco declive y su movimiento en brutal descomposición. Con este panorama no era difícil concluir que las tapas de La Nación y los artículos de Hoy no iban a alcanzar. Hacia falta hablar con “el uno· y hacerle entender que la guerra no le conviene a ninguno de los dos.

Pero había dos problemas; primero que el hecho de que Cartes llegara al Palacio sería interpretado por su debilitada tropa como una rendición incondicional; y segundo, porque el encuentro entre un presidente y un expresidente como HC exige tiempo y preparación, no es aparecer “así nomás” como hizo Ortíz por múltiples factores que van desde la seguridad hasta el protocolo y la puesta en escena.

A esto debemos sumarle la soberbia del expresidente, incapaz de enfrentar a su enemigo en un terreno que no sea el suyo.

Además, no es su estilo. Su “modous operandi” consiste en mandar un emisario que en medio de la conversación sacará su celular, marcará el numero del jefe, le informará como va el encuentro y amablemente le preguntará a su interlocutor si desea saludarlo.

Así trabajan, así operan los cartistas.

"¿Hola presidente, cómo estás? Todo es como te dice José. Abrazo y fuerza”

No hace falta mucho más. Incluso puede que ni hayan mencionado la palabra “tregua” o “pacto” en todo el encuentro. No era necesario; Cartes (o sea Ortiz) estaba ahí, explicando sus proyectos para un país en el que sigue creyendo e invirtiendo pese al acoso político, judicial y mediático.

Es que en los últimos meses, Marito golpeó donde a Cartes y a Ortíz más les duele: el contrabando. Tabesa es la empresa del grupo que más ingresos genera y la que sostiene su imperio. Si los contrabandistas no le compran el producto, las ganancias disminuyen notablemente y eso no es bueno para el negocio.Ese mensaje también estaba implícito; además de “ser Cartes”, Ortíz es el gerente de la tabacalera.

Pero la cosa no terminó ahí, el martes, Horacio Cartes publicó un tuit desde Jerusalén.

“¡HC Innovations una realidad! Feliz de estar en Jerusalén, trabajando para el desarrollo de soluciones tecnológicas para nuestro querido Paraguay!”

El miércoles y también a a través del Twitter, anunció el acuerdo para que cinco jóvenes paraguayos puedan estudiar en Israel becados por la Universidad Hebrea.

¿Qué buscan Cartes y Ortíz? Lavar su imagen y condicionar a la justicia. Aunque Abdo no interfiera, cualquier fiscal pensará dos veces antes de abrir una investigación o imputar a un “empresario” que es recibido por el presidente en Palacio de Gobierno.

El mensaje de Cartes es aún más claro; “Tengo amigos poderosos” (Israel).

Tampoco es casual que la firma que acaba de inaugurar en un rubro inédito para él (HC Innovations) lleve sus iniciales. HC quiere despegarse de los negocios que tantos problemas les genera (las tabacaleras y las finanzas-recordemos que Amambay pasó a ser BASA-) y mostrarse como un emprendedor en áreas que pueden traer beneficios al país.

La mayoría de los dirigentes de Colorado Añeteté parecen haber “captado” el mensaje. Solo Rodolfo Friedmann se mantiene firme en su posición de investigar los nexos del expresidente con las organizaciones mafiosas de la región. El martes confirmó que Horacio Cartes fue nuevamente convocado a declarar ante la Comisión Bicameral del Congreso que investiga al “doleiro” Dario Messer, para dar cumplimiento así a lo que dispuso el juez Corbetta.

“José Ortíz para mi no existe dentro de la política partidaria. Entiendo la presión y los cuestionamientos, pero no creo que se dé de esta forma. Políticamente tenemos una línea de trabajo bien definida y creo que dentro del ámbito, los hechos demuestran que el gobierno no va a acompañar ningún tipo de impunidad ni un abrazo que signifique justamente eso; protegerle a alguien y eso no es un discurso político sino hechos. Probablemente yo tengo una línea más dura dentro del movimiento” expresó el precandidato a la presidencia de la Junta de Gobierno.

Si la tensión entre Abdo y Cartes baja y las relaciones entre el gobierno y el Grupo Empresarial del expresidente se vuelven más fluidas, las chances de candidatos más “conciliadores” crecerían.

¿Obedece a esto el hecho de que Kalé Galaverna (uno de los promotores de la línea “conciliadora”) aún no haya anunciado su esperada decisión sobre una posible candidatura a la Junta de Gobierno?

Abdo parecería haber quedado después de esta cumbre “atado de manos” y seguramente en la Mansión de la Av España hubo festejos regados por el más fino whisky entre suspiros de momentáneo alivio.

Conjeturas sobre una reunión inesperada.

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