Alberto Martínez Simón tendría asegurado su lugar en la Corte luego del acuerdo al que Abdo y Llano llegaron, máxime teniendo en cuenta que su principal adversario acaba de ser acusado de plagio.

“No pertenece a ningún partido y los liberales lo apoyan, su elección podría ser unánime” le dijo una alta fuente del Congreso a NOVA.

Respecto a Enrique Garcia, si la mayoría no estaba convencida de desplazarlo, celeste Amarilla se encargó de convencerlos de que lo mejor es mantenerlo en el cargo. Es que la acusación hecha por la “dolarizada” diputada de la que los medios cartista ahora parecen haberse olvidado, fue muy poco convincente.

“Hemos escuchado atentamente lo que leyeron los diputados. La lectura que dieron fue lamentable porque los hechos mencionados son los mismos escuchados en los medios de prensa y no tienen ningún elemento” dijo con justa razón el abogado de Garcia, Alvaro Arias. Y no es para menos; Amarilla y los diputados Ramón Romero Roa y Hernán Rivas acusaron al contralor de cinco delitos tipificados en el Código Penal para luego decir que que el proceso que se le sigue a Garcia no tiene nada que ver con lo que diga la justicia ordinaria y que se trata de tenerle o no confianza para que siga desempeñando el cargo, acabando así con su propio libelo.

Respecto a la presidencia del Congreso, las intenciones del llanismo son que Blas Lanzoni ocupe el tercer lugar en la línea sucesoria, el problema es que más allá de los que acuerden los líderes, asegurar los votos con tanta anticipación es un tanto arriesgado y la experiencia dice que hasta el mismo momento de la elección de la Mesa Directiva, nada está dicho.

Respecto al paquete de leyes, Abdo tiene un fuerte compromiso con el GAFI y su principal promotor, los Estados Unidos, así que la Reforma Tributaria y el control de capitales son la prioridad del Gobierno en 2019.

Blas Llano, el aliado perfecto

Ayer Cartes, hoy Abdo, ¿por qué los presidentes siempre eligen a Blas Llano como aliado en el Congreso? “Es un tipo predecible que respeta los acuerdos” dice un influyente senador cercano al primer mandatario que confirmó el acuerdo.