NOVA conversó sobre los resultados obtenidos por la FTC y la posibilidad de un cambio de estrategia en la lucha contra los grupos armados que operan Concepción, San Pedro y Amambay con el exjefe de Inteligencia del Ministerio del Interior, José Amarilla.

El experto en seguridad empezó por explicar cuál es la idea que por el momento justifica la presencia de los militares en el norte.

“La hipótesis que sostiene la permanencia de la FTC en el norte es que el escenario sería peor si ellos no estuviesen ahí y que, finalmente, Concepción tiene una etapa de relativa paz desde la creación de la FTC hace cinco años. Antes era un escenario más convulsionado. Por el otro lado, en los despliegues estratégicos existe lo que se llama la ‘etapa de confort muto’ o ‘status quo’. La situación ‘de facto’ es de ‘status quo’; no hay una actividad virulenta del EPP como tampoco hay un avance significativo por parte de las fuerzas del Estado. Podemos hablar de un ‘equilibrio’ como en un ‘cese del fuego no declarado’ entre ambas fuerzas”.

“La situación estratégica es una situación dinámica que cuando no avanza, retrocede. En este caso, retrocede la iniciativa por parte del Estado, que no existe”.

“Las fuerzas irregulares, en la medida que no pierdan, están ganando, ese es una análisis clásico de una situación táctica como la que se tiene hoy”.

Respecto al costo de mantener a las fuerzas desplegadas en el norte (14 millones de dólares anuales) Amarilla opinó:

“En cuento al costo, todos los costos son relativos; supongamos que se llegue a gastar 140 millones en la operación general pero esto termina con al desactivación de un grupo armado que tiene con un peso contrario a los intereses del Estado que es relevante; 140 millones de inversión en diez años y un resultado final positivo no es un costo alto comparado con el costo de otros conflictos similares a nivel continental. Lo que hay que medir es la tasa interna de retorno de ese dinero invertido. Si la ventaja es que gracias a esta inversión de 14 millones se puede exportar desde la zona o activar en la zona industrial por 1400 millones, entonces la inversión es relativamente pequeña. Pero esta inversión debe tener un retorno para el Estado que haga sustentable el mecanismo de defensa empleado para su sustentabilidad en la región”.

Para ser aún más claro, el exjefe de Inteligencia le puso número al asunto:

“Si producís por 500 millones en una zona y tu sistema de protección cuesta 15 millones, es una inversión razonable, aceptables y presentable en cualquier auditoria. Ahora si el planteamiento estratégico del Estado es que con un limite de cuatro años de operación de la FTC tendría que estar suprimida o completamente desactivada la capacidad operativa del EPP, la tasa interna de retorno costo-beneficio estaría siendo deficitaria, pero no es tan sencillo el calculo inversión vs resultados y resultados no se refiere solo a victoria; no todos los resultados tienen que ser positivos, a veces ‘hacer tablas’ como en el ajedrez, también es una forma de ganar”.

Probabilidades de éxito "mínimas"

Sobre la posibilidad de eliminar la FTC o cambiar de estrategia, Amarilla insistió en la escasa probabilidad de éxito que tienen los ejércitos que se enfrentan a grupos irregulares.

“En términos históricos, el enfoque o modelo desplegado por el Estado paraguayo, el mismo desplegado por Colombia durante 60 años, tiene muy pocas probabilidades de éxito como operación militar. Como diseñador de políticas o estratega no optaría por este modelo que tiene apenas un 7% de posibilidades de éxito si tomamos en cuenta los conflictos de los últimos 70 años. En cambio, encarar esto como una operación policial de inteligencia, vigilancia, investigación seguimiento, disuasión que tenga como complemento la capacidad de respuesta militar, en la teoría debería ser mucho mas eficiente de lo que tenemos hoy”.

El último jueves 2 de mayo, la Cámara de Senadores aprobó tratar en un mes el proyecto presentado por el Partido Democrático Progresista (PDP) que deroga la creación de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).