Paraguayos en el exterior
Carta abierta

A los paraguayos en la Argentina: el 22 será el día del compromiso social latinoamericano

Martín Almada pide a sus coterraneos radicados en la Argentina, que voten a conciencia. (Dibujo: NOVA)

Por Martín Almada (*)

Cuando la propuesta revolucionaria de los jóvenes en Concepción fracasó (1947), instalándose la larga dictadura de Gustavo Morínigo y la feroz de Alfredo Stroessner; Argentina se convirtió para nosotros en una permanente tierra de asilo. Mientras que en Asunción había unos 500 mil habitantes, en la Argentina los paraguayos superaban el millón.

Con vistas al 22 de noviembre próximo, me siento obligado a preguntarles cómo les fue a los paraguayos durante el largo gobierno de la revolución productiva y la instalación del “mercado total e inseguridad total” en la década del 90.

Para hacer memoria, debemos recordarles a nuestros hijos y nietos que Paraguay fue el único país de América Latina que conoció el verdadero desarrollo sin deuda externa (1811/1870), bajo los gobiernos soberanos de Gaspar Rodriguez de Francia y los López sin bancos privados, hasta que el imperio de turno –Inglaterra– ordenó la destrucción de esta experiencia inédita y ocultada.

Hemos aprendido dolorosamente; sabemos que los inversores o supuestos inversores extranjeros no llegan a un país para promover el desarrollo sino para sojuzgarlo y transformarlo en un campo de agricultura extensiva, minería extractiva y fábricas “golondrina” que destruyen el ambiente; como lo había propuesto el ALCA y ahora lo hacen otras engañosas iniciativas como el TISA (Acuerdo Global sobre el Comercio de Servicios), según informó Wikileaks.

Por todo ello, nos sumamos a la propuesta del Premio Nobel, Adolfo Pérez Esquivel y convocamos a los y las jóvenes descendientes de paraguayos y a los paraguayos que emigraron a la Argentina para una elección bien pensada en relación al futuro que le puede esperar al país y a los vecinos.

También les pido recordar los años tristes, cuando el trabajo desapareció, cuando se cerraron las fábricas y no hubo más construcciones, cuando no quedó más opción que vivir y sufrir el “corralito”, así como la violación de los derechos humanos.

El General José de San Martin, libertador de raíces guaraníes, ya nos dijo que “cuando la Patria está en peligro todo está permitido, excepto no defenderla”.

Por eso, comparto con Pérez Esquivel la afirmación “hay que votar y no hacerse del ñembotavy (el oso)” y le agrego sobre todo “saber elegir”. Ya no es tiempo de imperios, ni colonias. Es tiempo de pueblos y dignidad.

“De gente bien nacida es agradecer los beneficios que recibe” (Don Quijote de la Mancha).

(*) Miembro del comité ejecutivo de la Asociación Americana de Juristas (AAJ) almada@fcpa.org.py

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