"Los gobiernos y los pueblos debemos involucrarnos en el desarrollo de sistemas de vigilancia epidemiológica de alta calidad, como así también en contar con estructuras sanitarias debidamente calificadas para atender la problemática del dengue y de otras enfermedades transmisibles" manifestó el representante argentino.

El funcionario remarcó la cálida recepción que brindó el presidente Cartes, a quien le transmitió el saludo de la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y el deseo de hermandad y fortalecimiento de los vínculos entre ambos países. Al respecto, señaló que "estamos acá para ratificar ese rumbo", a la vez que informó que "tenemos una agenda común que iremos concretando".

Participaron de la reunión el ministro de salud Antonio Barrios, su par argentino Juan Manzur, el jefe de Gabinete Juan Carlos López Moreira y el embajador paraguayo en argentina Nicanor Duarte Frutos.

El dengue es el problema

"Según la Organización Panamericana de la Salud, desde 1980 a 2013 se observó en la Región de las Américas un crecimiento de carácter acelerado del número de casos de dengue: pasamos de 300 mil en la década del 80 a 2 millones en la actualidad", resaltó Capitanich luego de la firma del convenio, al tiempo que destacó que "este año en Brasil los casos notificados alcanzan a más de 1.5 millón, en Paraguay suman más de 150 mil y en Argentina alrededor de 2.900" dijo Capitanich.

Los datos oficiales de los países señalan que durante 2013 en Brasil el dengue ha producido 456 muertes, en Paraguay 233, en tanto que en Argentina no se produjeron ni casos graves ni fallecimientos por esta causa.

Capitanich remarcó que hasta el momento "no hay una vacuna para prevenir el dengue, pero sí hay un método de abordaje que requiere la conciencia colectiva de los pueblos", a la vez que consideró que "el sistema de vigilancia

epidemiológica, a partir del intercambio de experiencias e información en las zonas de fronteras, es la base para minimizar el riesgo para la población".

Asimismo, el jefe de Gabinete resaltó la importancia del descacharrado como un "elemento vital" para la prevención, además de contar con sistemas de agua potable y políticas permanentes de saneamiento ambiental, y de realizar tareas de fumigación en la zona de fronteras y bloqueo de foco cuando se detecta un caso.