Los colorados organizados de Buenos Aires estuvieron, en forma unánime, “contestes” con el lineamiento de la nueva gestión para “luchar contra la pobreza estructural reinante, combatir en todos los frentes la corrupción tanto en el sector público como en el privado, hasta su erradicación y desestimación del prebendarismo en la designación de funcionarios públicos y el posicionamiento en la comunidad internacional desde una perspectiva nacionalista con contenido social, racional y realista”.

En todas las intervenciones se hizo hincapié en que la misma política de gestión dentro del país debe implementarse en el servicio exterior. Los paraguayos residentes en Argentina deben percibir el cambio profundo que se está iniciando en Paraguay mediante la renovación de los cuadros diplomáticos y consulares acreditados en Argentina por funcionarios con idoneidad profesional, celosos cumplidores de sus altas funciones, probos, transparentes en sus gestiones, conocedores de las necesidades de sus compatriotas emigrados y comprometidos con los intereses nacionales.

En la misma línea fue señalado que también en las representaciones citadas persiste un “sistema corrupto” de gestión, por lo que sería no solamente oportuna sino “muy necesaria” la realización de una auditoría externa al Ministerio de Relaciones Exteriores para analizar las gestiones de las representaciones señaladas arriba e iniciar unas gestiones consulares saneadas.

Los colorados organizados de Buenos Aires reiteraron su “apoyo” al gobierno de Cartes, y en cumplimiento de las directivas del mismo presidente, afirmaron que “pondrán su mejor empeño para señalar los aciertos y errores de los funcionarios designados en las representaciones diplomáticas y consulares”, como una “contribución permanente al éxito” del programa de gobierno del Partido Colorado.