Según la información recogida por NOVA, los productos que se venden en Pedro Juan pueden comprarse mucho más baratos cruzando la calle, es decir, del lado brasilero, y esa situación más la burocracia fomentada por los mismos organismos que después reclaman su tajada obligan a los pequeños comerciantes a trabajar en la ilegalidad.

Lo peor de todo es que “los grandes” también harían lo mismo, con la diferencia que nadie los molesta.

“No les conviene que los productos ingresen legalmente. Arreglan con los grandes persiguen a los chicos” nos dice un conocedor de la trama.

“Lo único que quieren recaudar. Hace un mes cargaron contra los corredores de cambio. Ahora les toca a los pequeños comerciantes” agrega.

Según los datos que maneja nuestra agencia, los operativos estaría coordinados por la propia gobernación que montó una “SET paralela” que recorre la ciudad con camioneta camuflayadas en las que se mueven “los agentes” vestidos de “para-parai”.

El negocio de la carne

Otro millonario negocio es el de la carne que ingresa de Brasil de contrabando, es reenvasada en Paraguay, una parte exportada y otra colocada en el mercado interno.

Tres camiones repletos de carne brasilera cruzarían cada día la frontera sin ningún tipo de control. El monto del soborno no estaría claro, pero sería una suma muy, muy alta.

La denuncia presentada hace un mes con evidencia fotográficas y fílmicas involucraría al frigorífico de propietarios brasileros, Frigonorte.