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Grupo comienza a usar tácticas de peruanos

El EPP, entre las FARC y Sendero Luminoso

Emboscada del grupo rebelde en Perú.

El reciente atentado contra torres de alta tensión en el norte atribuido al EPP nos hizo pensar inmediatamente en las tácticas subversivas de otro de los grupos armado que alcanzaron notoriedad América Latina: Sendero Luminoso.

Fundado a finales de los 60, su primera acción consistió en la quema de las ánforas y cédulas de votación de los pobladores de Chuschi (Ayacucho) el día previo a las elecciones del 17 de mayo de 1980, las primeras en 11 años y de las que Sendero decidió no participar.

La CVR (Comisión de la Verdad y Reconciliación) define a Sendero Luminoso como una organización subversiva y terrorista, que en mayo de 1980 desencadenó un conflicto armado contra el Estado y la sociedad peruana.

El congresista Carlos Tubino afirma que hoy Sendero Luminoso es un grupo narcoterrorista organizado en tres fuerzas; una columna militar de 500 hombres, una fuerza compuesta por civiles que le brindan apoyo logístico y una fuerza local conformada por algunos pobladores que facilitan las emboscadas y engañar a las fuerzas del orden.

Tubino agrega que el actuar de Sendero Luminoso se reduce sólo al VRAE (Valle de los ríos Apurímac y Ene) donde cuentan a su favor con una compleja geografía que les ha permitido ingresar a campamentos y emboscar a patrullas militares y policiales.

“Lo que hoy tenemos son delincuentes terroristas que viven del apoyo que prestan seguridad al narcotráfico”, dice.

Según declaró en 2009 al diario La Primera el especialista del Instituto de Defensa Legal, José Robles, la política gubernamental en el Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) no ha servido para nada, a pesar que ha costado 50 víctimas (entre soldados y oficiales muertos y heridos), armamento y mayores recursos que antes.

Coincidencias con el EPP

A través de los años 80, el grupo creció tanto en el territorio que controlaba como en el número de militantes que formaban parte de la organización, principalmente en la sierra central. Tuvo algún apoyo por parte de los campesinos mediante la tortura y el asesinato de figuras de gran desaprobación en el campo, por ejemplo, frecuentemente mataban ladrones de ganado, cuyo crimen era considerado especialmente injurioso en las zonas pobres del Perú. Asimismo asesinaron a los capataces de las granjas colectivas controladas por el estado y a comerciantes acomodados que eran impopulares entre los campesinos pobres de las zonas rurales.

Estas acciones generaron el apoyo de los campesinos a las acciones de Sendero Luminoso y alguna simpatía por su lucha, principalmente en los departamentos de Ayacucho, Apurímac y Huancavelica (Zona conocida como VRAE). Sin embargo, sólo una minoría de campesinos adoptó con entusiasmo el pensamiento maoísta y la doctrina de Sendero.

La presencia de Sendero Luminoso se vio acrecentada como consecuencia de la tibia respuesta inicial del gobierno peruano contra la insurgencia. Durante bastante tiempo, el gobierno simplemente ignoró a Sendero Luminoso, creyendo que se trataba de un movimiento relativamente inocuo e incluso benigno (en los inicios, las autoridades municipales ayacuchanas saludaron las acciones reivindicatorias de Sendero) o de simples "lunáticos". El Presidente del Perú Fernando Belaúnde Terry fue reticente a reforzar la autoridad de las Fuerzas Armadas, debido entre otras cosas a que su primer gobierno terminó por medio de un golpe de estado. El resultado de esta medida fue que, para los campesinos de las áreas donde Sendero se encontraba en actividad, el estado apareció como impotente. Durante todo ese tiempo, la encargada de enfrentar a Sendero fue la Policía Nacional del Perú.

En abril de 1982, un grupo de senderistas tomaron por asalto la cárcel de la ciudad de Ayacucho, matando algunos efectivos policiales y liberando a varios senderistas detenidos. Este asalto, fue el primer ataque importante de Sendero Luminoso y causó la primera reacción por parte de la Policía Nacional la cual atacó el Hospital de la misma ciudad y asesinó a senderistas internados en dicho nosocomio.

Este episodio evidenció el hecho de que Sendero Luminoso representaba una amenaza para el Estado Peruano. El gobierno reaccionó declarando el Estado de Emergencia en todo el departamento de Ayacucho, disponiendo restricciones en los derechos civiles y políticos y otorgando el control a las Fuerzas Armadas. Como respuesta a la agresión, los militares organizaron una represión igual de violenta que acarreó muchas víctimas. La Comisión de la Verdad señaló que ello se debió principalmente a la fractura social existente en el país y en el hecho de que, para los militares, ser campesino era sinónimo de ser senderista. Así tuvieron lugar hechos represivos que asolaron comunidades campesinas enteras.

Por su parte, Sendero Luminoso continuó su lucha armada desde las zonas rurales e inició una temporada de aniquilamiento de autoridades civiles y políticas y todo vestigio de autoridad estatal. Asimismo asesinó a supuestos soplones, pobladores a quienes se les acusó de enviar noticias y apoyo logístico a los militares. En algunos casos, como el del pueblo ayacuchano de Lucanamarca, estas masacres aniquilaron prácticamente a toda la comunidad.

El efecto mediático de la lucha armada era aún minúsculo en el resto del Perú. Sin embargo, el incidente de Uchuraccay causó el efecto de que todo el país tomara conciencia de la situación que se vivía en los departamentos de Ayacucho, Apurimac y Huancavelica. En dicha localidad, los comuneros asesinaron a seis periodistas que venían de Lima. Presuntamente, ante un mal dato dado por los militares, los comuneros confundieron a los periodistas con senderistas y los lincharon y enterraron en fosas anónimas. El descubrimiento de este hecho dio paso a una comisión investigadora encabezada por el escritor Mario Vargas Llosa. En Lima esta investigación dio lugar a un enfrentamiento entre fuerzas políticas de izquierda (muchas de las cuales veían con simpatía las actuaciones de Sendero Luminoso) y el gobierno populista de Belaúnde Terry.

A partir de 1983 (el año de mayor número de víctimas) y en los siguientes años, los ataques de Sendero Luminoso no se limitaron al campo. Se perpetraron ataques contra infraestructuras en las ciudades de Huancayo, Huancavelica, Cerro de Pasco, Huánuco, Andahuaylas, Abancay, Ayacucho y Lima. Así empezaron los ataques a las líneas de alta tensión que causaron apagones dejando a ciudades enteras sin suministro. Las estrategias de Sendero Luminoso incluían además la colocación de coches-bomba frente a objetivos de gran valor, como fueron en 1985 el Palacio de Gobierno y el Palacio de Justicia. Asimismo, en diversas ciudades del interior del país, llevó a cabo paros armados durante los cuales los senderistas tomaban el control de la ciudad y se suspendían todas las actividades productivas.

Durante este periodo, Sendero Luminoso también llevó a cabo atentados contra personas específicas, ya fueran dirigentes sindicales o dirigentes de partidos de izquierda o autoridades estatales. El 24 de abril de 1985, en vísperas de las elecciones presidenciales de ese año, Sendero Luminoso atacó al Presidente del Jurado Nacional de Elecciones del Perú, Domingo García Rada. También asesinó a sacerdotes católicos y pastores protestantes por considerar que su prédica era contraria a la doctrina del partido.

En la ciudad de Lima, Sendero inició su penetración a través de los llamados pueblos jóvenes, como Huaycán (ubicado en el actual distrito de Ate) y Villa El Salvador. En este último asesinó en 1992 a María Elena Moyano, una dirigente de programas sociales conocida por su labor social y antisenderista.

Para inicios de 1991, Sendero Luminoso presentaba mucha influencia en grandes zonas del país, principalmente en la zona central, aunque no se puede afirmar que ejercía total control sobre dicha zona. Mientras tanto sus militantes practicaban el culto a la personalidad respecto a Guzmán. Para entonces la ideología de sendero dejó de ser el maoísmo y empezó a referírsele como «marxismo-maoísmo-leninismo-pensamiento Gonzalo».

Ante el inicio de operaciones del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), Sendero se enfrentó también a éste y a los grupos campesinos de autodefensa o Rondas Campesinas que se organizaron autónomamente y recibieron ayuda por parte de las fuerzas armadas peruanas

A la par que su zona de influencia fue abarcando una mayor área en el Perú, Sendero Luminoso enfrentó serios problemas. Su doctrina maoísta no obtuvo respuesta en la población y su accionar violento le arrebató la simpatía que en algún momento le mostraron algunos sectores de la población.

Muchos campesinos mostraron desacuerdo con el accionar y el pensamiento de Sendero Luminoso debido a su falta de respeto por la cultura indígena y sus instituciones, en el afán que tenía de iniciar la revolución mediante el olvido de las costumbres ancestrales andinas. Pero sobre todo, el principal obstáculo a su popularidad lo constituían los juicios populares que realizaban en los pueblos y que finalizaban acto de barbarie cuando los senderistas asesinaban a los "enemigos de la revolución" mediante degollamientos, estrangulación, lapidación e incluso la hoguera. Así, además de a ladrones de ganado, también se asesinaron a maestros de escuela, alcaldes, sacerdotes, comerciantes y otros líderes menores.

Otro motivo que evitaba que Sendero Luminoso obtuviera un apoyo popular eran los paros armados y el hostigamiento a los pequeños mercados y comerciantes con la finalidad de aislar Lima y causar desabastecimiento ya que, como organización maoísta, se oponía firmemente a todo tipo de capitalismo. Es por esa orientación que también pensaban que la revolución debía darse del campo a la ciudad pero, debido a su baja popularidad en el campo, su salto a la ciudad se adelantó. Entre otras maniobras, Sendero Luminoso prohibió el ejercicio político en las zonas que controlaba, las manifestaciones religiosas y el consumo de alcohol.18

A finales de los años 1980, casi todo el espectro político peruano, incluso los políticos de izquierda marxista, no compartía la filosofía de Sendero Luminoso y rechazaba la revolución izquierdista que esta organización armada estaba aplicando.

Así, enfrentado a una población hostil (y que empezaba a organizarse para hacerle frente) las acciones de Sendero Luminoso empezaron a debilitarse. Las Rondas Campesinas, que empezaron a actuar desde 1983, se reorganizaron en distintos departamentos para hacer frente a los comandos senderistas y recibieron apoyo de las Fuerzas Armadas y del gobierno del presidente Fernando Belaúnde Terry. Esta nueva administración inició una reestructuración en la lucha antisubversiva dando privilegio a los trabajos de inteligencia que empezaron a lograr importantes capturas de cabecillas de la organización terrorista.

A todo esto hay que agregarle que su líder, Abimael Guzmán (alias Presidente Gonzalo) se encuentra preso desde el 21 de setiembre de 1992.

(Este material fue extraído de una monografía publicada en internet sobre el grupo armado).

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