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Así lo define un historiador rioplatense

El festejo de Uruguay ante el triunfo alemán se debería a un "complejo de enano envidioso"

Lincoln Maiztegui Casas también caracterizó el festejo como "un acto de mezquindad".

En Montevideo, muchos celebraron la derrota albiceleste, en respuesta a la clásica rivalidad futbolística que divide a los vecinos rioplatenses. Lincoln Maiztegui Casas, historiador uruguayo, atribuye esta posición a "un complejo de enano envidioso, un acto de mezquindad porque ellos siempre son partidarios nuestros".

El anhelo de que la copa del Mundo quede en Latinoamérica tampoco encontró espacio en Uruguay si la condición era que ganara Argentina. En el centro de la capital uruguaya el grito de gol alemán se sintió fuerte y en algunos barrios se tiraron fuegos artificiales.

La celeste tiene dos copas del mundo (1930 y 1950) al igual que Argentina (1978 y 1986), y muchos uruguayos no querían ver al vecino país acumular una más que ellos.

“Argentina no podía ganar porque están muy cerca nuestro y son realmente insoportables cuando ganan, se agrandan demasiado y nadie los aguanta”, dijo Pedro Aguirre, quien miró el partido en el Mercado Agrícola, donde cientos de personas siguieron el encuentro en pantalla gigante.

Un sondeo estadounidense ya mostraba la impopularidad de la albiceleste. Sólo un 20 pro ciento de los chilenos, un 14 de los colombianos, un 7 de los costarricenses y un 6 de los mexicanos, se declaraban seguidores del equipo liderado por Lionel Messi.

“Pienso que el triunfo alemán es justo. En un momento quería que ganase Argentina porque los brasileños eran muy mala onda con ellos. Pero tras el partido vi cómo unos argentinos agredían a un pobre brasileño y recordé esa mala vibra de algunos de los argentinos, que es a veces fruto de su prepotencia”, manifestó Felipe Quiroz, abogado chileno fanático del fútbol que asistió a la final en Brasil.

Desde Brasil

“Gracias a Dios que ha ganado Alemania. Menos mal. Si ganaban, se iban a burlar de nosotros durante años”, dijo el brasileño Caio Ferraz, de 45 años.

Desde que Brasil quedó fuera del mundial, Argentina no ha parado de humillarlo. “Brasil decime qué se siente, tener en casa a tu papá”, fue el hit del momento en el país latinoamericano que llegó a la final, entonado ante las cámaras de televisión por Diego Maradona.

“Cuando ví el gol de Alemania, solté un grito, incluso yo me avergoncé. Pero todo bien, valió la pena. Esos argentinos son muy pesados, pero quien ríe último ríe mejor”, comentó otro brasileño.

La hermandad latinoamericana ausente

En el resto de América, sin embargo, los hinchas se mostraron divididos entre quienes felicitaron a los argentinos por su desempeño en el Mundial y quienes celebraron la victoria de Alemania por razones que no eran propiamente futbolísticas.

“Felicidades Argentina! Invocó a los espíritus de la pasión futbolera”, escribió en Twitter el actor mexicano Gael García Bernal.

“Tremendo partido Argentina. Nunca vi tanto corazón en este mundial, nunca. Soy boricua pero siento orgullo de mi nueva familia argentina”, publicó en Twitter el cantante puertorriqueño de Calle 13, René, casado con una actriz argentina.

En Bogotá, la hinchada colombiana por Argentina llevó camisetas, gorros, tambores, vuvuzuelas y banderas para apoyar al equipo, desde un parque en el norte de la capital donde se instaló una pantalla gigante y la mayoría hinchaba por el equipo de Messi.

“Iba por Argentina porque está más cerca a nuestro país”, dijo sensatamente Marlene García, una ama de casa de 59 años que estaba en el parque.

Miller Salinas, un estudiante de 22 años que llevaba un tambor, también destacó su favoritismo por la albiceleste: “por su historia, por su fútbol… me encanta Messi”.

Desde Colombia

Lejos de lo que sucedió con Brasil y Uruguay, quienes celebraron la victoria alemana en Colombia lo hicieron por afinidad y no por ganas de ver perder a Argentina.

Natalia Combariza, trabajadora de Negocios Internacionales, festejó el triunfo de Alemania porque su novio es alemán. “No tengo otra razón”, dijo esta joven de 21 años, vestida con la camiseta alemana.

Dayana Otálora, de 21 años y estudiante, compartió sus argumentos: “Voy por Alemania porque tengo familia allá, mi novio es de allá también y no me importa que Argentina sea un país suramericano”.

“No por ser latinoamericano hay que apoyar a Argentina. La gente también apoya el tipo de fútbol que se muestra”, comentó Fabián Sanabria, director del Instituto Colombiano de Antropología e Historia.

En la esfera política, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reconoció el trabajo de los argentinos en la cancha. “Todo nuestro reconocimiento al esfuerzo de Argentina, hicieron todo para ganar, estamos orgullosos de ustedes…Felicitaciones a Alemania…”, escribió en su cuenta de Twitter.

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