Esta madrugada, las críticas al discurso de tinte xenófobo y racista de Trump se esfumaron al conocerse las cifras. Aún sin finalizar el escrutinio, el candidato sumaba 288 electores -contra 215 de Clinton- número que le garantizó la victoria al superar los 270 necesarios para su consagración.

Trump, de 70 años, se impuso en estados clave del país como Florida, Ohio y Carolina del Norte; también en varios ubicados al norte y noreste, como Wisconsin; asombrosamente, ganó además en Iowa, estado de la zona centro-oeste que había votado por los demócratas en seis de las últimas siete elecciones presidenciales. Pensilvania también priorizó por primera vez desde 1988 a un candidato republicano.

La profunda división política y social que generó la áspera y hostil campaña electoral a lo largo y ancho del territorio estadounidense se evidenció en el discurso de victoria de esta mañana, donde el republicano optó por dar un giro discursivo. Trump prometió gobernar “para todos los norteamericanos”, tanto para los que lo votaron como para quienes no lo hicieron. "Es tiempo de que nos reconciliemos como un solo pueblo unido", afirmó.

También agradeció el llamado de su contrincante, quien lo felicitó por el triunfo. "Hillary ha trabajado durante mucho tiempo y con mucho esfuerzo por un largo período de tiempo, y tenemos con ella una gran deuda de aprecio por nuestro país", señaló Trump.

La mayoría de los votantes que llevaron al magnate a la victoria son trabajadores blancos, quienes en apariencia habrían apostado a su figura producto del desencanto de las últimas gestiones. Para otro sector del electorado, Trump encarna una amenaza a la diversidad cultural y a los logros obtenidos por su antecesor, Barack Obama. Y no sólo eso: muchos inversores ven con malos ojos el futuro económico y comercial, tanto hacia adentro como hacia afuera.

Si bien la mayoría de la población blanca respaldó al mandatario electo en las urnas, nueve de cada diez afroestadounidenses y dos de cada tres hispanos apostaron a Clinton.

En cuanto a las zonas geográficas que apoyaron a la ex secretaria de Estado se encuentran Virginia, Colorado, Nevada y California, el estado más poblado del país.

Este miércoles que quedará en la historia política mundial, Hillary Clinton, candidata de 69 años con una vasta carrera política, vio truncado su sueño de convertirse en la primera mujer en gobernar Estados Unidos. Por si fuera poco, encontrarse derrotada por un rival político sin experiencia política seguramente intensifica el sabor amargo del suceso que le toca transitar.