En la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, ubicada en el oriente de Bolivia, el jefe de Estado consideró que ese organismo de la ONU es un “Consejo de inseguridad e invasión imperial”, ya que promueve invasiones para que las potencias se apoderen de los recursos naturales de otros países.

Paralelamente, propuso sumar a Rusia al G77, actualmente conformado por 133 naciones en desarrollo, emergentes y a China, para que contribuya a hacer reformas y a construir alianzas económicas, científicas, tecnológicas y culturales.

En tal sentido, Morales insistió en denunciar que Cuba sufre un “bloqueo económico injusto” y calificó de “ilegales” y “agresivas las políticas de Estados Unidos contra Venezuela”, incluidas las sanciones que se quieren imponer contra el gobierno de Maduro.

El presidente consideró necesario realizar reformas destinadas a la protección de la “madre tierra”, al control estatal de los recursos naturales y a conformar una nueva arquitectura en los organismos financieros internacionales, como la creación de un Banco del Sur, entre otras iniciativas.

Hay que “producir para satisfacer necesidades, no en función de generar ganancias. Distribuir las riquezas y cerrar la herida de la desigualdad. Pensar en los pueblos y no en los mercados financieros. Hacer al humano una especie más de las que habitan en el planeta”, concluyó.