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Cierre de campaña nacionalista

Elecciones en Uruguay: Lacalle Pou está preparado para trabajar "de ambos lados del mostrador"

Lacalle Pou, aseguró que si no le toca ser “el elegido”, sus ganas de trabajar en torno a la educación, la seguridad, la economía, siguen intactas. (Dibujo: NOVA)

El cierre de campaña del candidato a presidente Luis Lacalle Pou, de cara al balotaje en Uruguay, fue en la ciudad de San Carlos, en Maldonado. Los militantes nacionalistas finalizaron una agotadora y larguísima cruzada electoral, donde tanto candidatos como dirigentes, trabajaron intensamente para lograr un crecimiento inusual, que hasta por un momento asustó a los rivales.

Los discursos de los candidatos a presidente y vicepresidente de la fórmula nacionalista estuvieron llenos de mensajes de esperanza. El candidato a la vicepresidencia, Jorge Larrañaga, hizo referencia a que “la revolución recién empieza”, y apuntó a mantener levantadas las banderas que se erigieron durante esta campaña. Pidió no rendirse y prometió: “Volveremos”.

Por su parte, Lacalle Pou, reconoció en sus palabras y en su gestualidad, que sus chances de llegar a la presidencia, son casi nulas. Pero su discurso apuntó a cómo piensa que serán los próximos cinco años, donde tendrá un rol que no es el que imaginó cuando los números de las encuestas comenzaron a favorecerlo rápidamente.

Pero aseguró que si no le toca ser “el elegido”, sus ganas de trabajar en torno a la educación, la seguridad, la bonanza económica entre otras cosas, siguen intactas “de ambos lados del mostrador”.

No está dispuesto, por ser minoría a no tener derecho “a la verdad y a la razón”. Finalizó agradeciendo a los presentes porque los 22 meses de campaña política fueron un gran ejercicio de preparación, “de aciertos y errores”. “Lo importante es aprender. Siento una enorme serenidad y una alegría mucho más grande que yo”, aseveró.

“No me darían los días de la vida para agradecerles a cada uno de ustedes”, finalizó, emocionado. Pero les recordó a los presentes que sigue soñando con el 1 de marzo de 2020. Sonriendo, como siempre, dijo que ese día no estará “nervioso”, sino aquí abrirá su mano al viento y dejará “que el poder fluya”.

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