Posterior al allanamiento, el ministro Francisco De Vargas, declaró que la Fiscalía debía investigar si existía algún tipo de vínculo entre el cultivo descubierto y la Masacre. El fiscal de la causa Jalil Rachid, descartó inmediatamente esta posibilidad pese a que la hipótesis provenía de un alto funcionario de gobierno.

Aunque reconoce que siempre es difícil determinar responsabilidades en casos como este, a un año de los trágicos sucesos, el ministro de la SENAD sigue pensando que se debió investigar si existía o no nexo entre la Masacre y los cultivos hallados.

-Días posteriores a la Masacre de Curuguaty, la SENAD encontró 40 hectáreas de marihuana en las cercanía del lugar donde se produjeron los trágicos sucesos. ¿Podría precisar el lugar exacto y en propiedad de quién se encontró esta plantación?

No recuerdo bien pero creo que fue un mes y medio después de que sucedieron los luctuosos sucesos de Curuguaty. Se detectaron campos de cultivos de marihuana, alrededor de 30 hectáreas, y no recuerdo cuantos kilos de marihuana picada. Era también dentro de la reserva Campos Morombí. Se me informó en aquel momento que podría estar distante entre 15 y 20 km en línea directa del lugar de las muertes. Bajo esa premisa, puede decirse que hay cierto vínculo entre esos cultivos y lo ocurrido aquel 15 de junio, más, no puede decirse con precisión. En la zona hay muchos asentamientos y colonias. Se nos hace imposible determinar quiénes son los responsables de los cultivos ya que se encuentran generalmente en reservas forestales, no en propiedades privadas. Que haya una vinculación directa con los sucesos es una inferencia, no tiene fundamento fáctico preciso. La situación de los cultivos de marihuana es una realidad social. No se circunscribe solamente a la zona de Curuguaty.

-¿Usted cree que se debió investigar la existencia de algún nexo entre la Masacre y estos cultivos como manifestó en su momento?

Seguramente que si verdad, aunque reconozco que es una investigación bastante difícil porque encontrar zonas de cultivos de marihuana, ya sea en reservas privadas o públicas, dificulta mucho la forma de establecer quienes son los responsables directos y específicos. Uno penalmente no puede culpar a un grupo de personas, decir “los pobladores de Curuguaty son responsables de los cultivos de marihuana”. Según el código penal, uno tiene que dar nombres y apellidos para que la ley pueda castigar, lo que en estas circunstancias es bastante difícil por no decir imposible.

-¿El fiscal Jalil Rachid lo convocó para que aportara algún tipo de dato sobre este allanamiento?

No, a pesar de que tuvimos conversaciones informales sobre el particular.

-El considera a Blas N. Riquelme y su empresa Campos Morombí como víctima en el caso de los cultivos encontrados.

Ese razonamiento parte de la base de que los propietarios de Campos Morombí han hecho en oportunidades anteriores denuncias de que había cultivos de marihuana en su propiedad.

-Riquelme sabía dos meses antes de la Masacre de la existencia de esta plantación, sin embargo, lo denunció dos meses después…

Los tiempos no manejo. Sé que hay denuncias. De todas maneras, el hecho de que haya cultivos en tierras privadas o públicas no es ninguna novedad, es el pan de cada día y hacer denuncias antes o después no sé si varían mucho las circunstancias.

-Si en mi casa encuentran 40 plantas, no 40 hectáreas de marihuana ¿qué hace la policía? Imagino que me llamaran a declarar…

Por lo menos, si es que hay una denuncia.

-¿No fue entonces por lo menos negligente el actuar de la Fiscalía?

No tengo la información suficiente. Sí tengo muchas preguntas y muchas dudas dentro mío, como muchos paraguayos las tienen.

-¿Por ejemplo?

Se están investigando hechos punibles de homicidio ¿Qué relevancia pueden tener cultivos de marihuana en la zona? No es una justificación para levantarse en armas.

-Esto si se concluye que los campesinos son responsables de la muerte de esos policías….

Claro.

-¿Y qué información manejan respecto a este entramado de protección que ofrecen determinadas autoridades a los narcos?

Es un tema complejo que tiene un aspecto social ya que afecta a los sectores más desprotegidos de la sociedad. Existe un factor cultural de corrupción que ha sido una constante en nuestro país lamentablemente y no sería novedad que exista protección por parte de las autoridades policiales, fiscales, judiciales, gubernamentales, de la SENAD porque no también, bajo una prestación económica que tenga por objetivo encubrir este tipo de delitos.

-Ahora, ¿usted no cree que la mejor manera de deslindar responsabilidades y no generar dudas en la opinión pública es precisamente investigando? Porque da la sensación que no existe voluntad de investigar estos hechos o nexos que usted mismo denunció podían existir.

Yo creo que sí, me corrijo, quiero creer que sí, yo soy parte del Ministerio Público. Nobleza obliga reconocer que muchas veces un fiscal no representa la identidad del Ministerio Público. Se pueden cometer errores o mal desempeño de funciones. Yo no caería en el error de calificar la voluntad del Ministerio Público por la actuación de un solo actor del Ministerio Público

-¿Y en este como califica la actuación del fiscal Rachid?

No conozco lo detalles de la investigación. Conozco si por la prensa los cuestionamientos que se le hacen, no soy quien para calificar su actuación. Lo conozco personalmente, fue asistente mío durante muchos años. En ese momento era una persona muy trabajadora y objetiva.

-Cuando era su asistente imagino que cuando usted le sugería algo le hacía caso…

Claro, existía una relación de subordinación

-Digo porque no le hizo mucho caso cuando usted manifestó públicamente que podría existir ese nexo entre los cultivos encontrados y la Masacre

Y ya no es mi subordinado, y permítame una crítica: cuando uno dice “puede haber relación” la prensa interpreta “hay relación”.

-Pero convengamos que no es lo mismo que lo diga usted, que es ministro de la SENAD, que lo diga yo.

Claro que no.

-Y entonces ¿como se explica que sin investigar, sin llamarlo a declarar directamente descarte esa posibilidad? No contribuye muchos al esclarecimiento de ninguno de los dos hechos…

No conozco sus fundamentos. Si reconozco que definitivamente no coincidimos en esa apreciación. No me detuve mucho a pensar en esa disparidad de criterio pero bueno, alguna razón tendrá, así como yo tuve las mías.

-En las zonas de cultivo, acopio de marihuana y tráfico de cocaína ¿están todos los actores involucrados vinculados? Es decir, el propietario del campo, los administradores, los que trafican el producto…

Cada caso es diferente. Conozco casos en que las organizaciones criminales simplemente se encargan de pagarle al capataz de una estancia para que no avise a los patrones que van a utilizar la pista hasta casos donde por la fuerza los amenazan luego de haber utilizado su pista.

-¿Canindeyú es uno de los Departamentos más conflictivos en materia de narcotráfico?

Allí confluye una zona tradicional de cultivo de marihuana con zona una de frontera y lugar de tráfico de cocaína hacia el Brasil. La cocaína que se produce en Bolivia atraviesa el territorio nacional para llegar al Brasil. La zona boscosa de Canindeyú, causalmente límite con Brasil, es, lastimosamente la más apta para esto.

La foto que ilustra esta nota acompañó la denuncia presentada por la firma Campos Morombí ante la SENAD el 6 de agosto de 2012 y fue tomada el 23/4/2012, es decir, tres meses antes.

http://www.abc.com.py/nacionales/marihuana-captada-por-satelite-440726.html

El grupo campesino que ocupó Marina Kué hasta el 15 de junio, ingreso al predio por primera vez en abril de 2012, fecha en que DNS ya advertía sobre la presencia de los cultivos.