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Gobierno prioriza vida de condenada a muerte en China por sobre rescate de Arlan y Edelio

Al igual que los Morinigo, los Fick pasarán navidad sin su hijo.

“Salvar la vida de Rosalia es nuestra prioridad número uno” dijo hace unos días el presidente Horacio Cartes, sorprendiendo a propios y extraños y no porque la situación de la mujer no merezca atención, sino porque el gobierno no hace el mismo esfuerzo por salvar a dos personas cuya vida corre peligro todos los días y no están al otro lado del mundo, sino en territorio paraguayo: Arlan Fick y Edelio Morinigo.

Dado que Paraguay carece de relaciones diplomáticas con la China continental, el gobierno recurrió a “países amigos” para que oficien de intermediarios.

Llama la atención que en casos como el de Rosalia Amarilla se acepte sin más la intervención extranjera y no se proceda de la misma manera a la hora de rescatar a Arlan Fick, quien podría haber pasado esta navidad con su familia si Cartes hubiese aceptado la mediación del Brasil.

El caso Rosalía

Patricia Amarilla aseguró la agencia EFE que su hermana fue "víctima de la trata de personas" y contó que el Gobierno comprometió a enviar a uno de sus familiares a China, para que pueda visitarla.

Según contó Patricia, Rosalía, que se encontraba sin trabajo en 2012, fue engañada para viajar a Brasil, bajo el pretexto de adquirir allí prendas de vestir para abrir un negocio en Paraguay.

"Una señora que nosotros no conocimos le había hablado de una feria en la que podría conseguir ropa barata en Brasil, para abrir después una tienda en Paraguay".

El 14 de julio de 2012, Rosalía dejó a su hijo en la vivienda del padre, con quien compartía la custodia del pequeño, asegurando que volvería a buscarlo al cabo de tres días y que estaría en casa de una amiga, pero sin mencionar que fuera a viajar a Brasil.

Cuatro días después, Rosalía llamó a su familia desde una cabina telefónica en Brasil, para contarles que había decidido viajar "por sorpresa" al país, y que regresaría en los próximos días. Fue la última vez que pudieron contactar con ella.

Tres meses más tarde, la madre de Rosalía recibió una llamada desde un número oculto, en la que una voz masculina con acento extranjero le comunicaba que su hija se encontraba bien de salud, y que estaba recluida en una prisión de China.

A través del consulado argentino, la familia se enteró de que Rosalía había sido retenida en el aeropuerto de Pekín diez días más tarde de salir de Paraguay, con 3,6 kilogramos de cocaína escondida en su ropa interior.

Las autoridades chinas impusieron una condena a muerte a Rosalía por tráfico de drogas.

El defensor público asignado consiguió una medida sustitutiva que permitió postergar su ejecución durante dos años.

El plazo vence el próximo 20 de marzo, cuando está previsto que Rosalía sea ejecutada.

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