El reconocimiento otorgado por la Cámara Baja fue propuesto por el diputado José María Ibáñez, acusado de tener a sus caseros como funcionarios del Congreso, cobrar sus salarios y quedarse con una parte.

El distinguido

Quemil Yambay, de personalidad alegre, desde niño aprendió a ejecutar la guitarra, de oído, y cantaba en las reuniones familiares, según anécdotas.

De joven incursionó en la radio con programas donde hacía gala de su talento en vivo.

Recorrió todo el Paraguay llevando alegría con su música y supo interpretar la inquietud de la gente humilde, llevándole diversión y júbilo a través de la música folclórica paraguaya, sumando graciosas imitaciones que se convirtieron en una de las principales características de cada actuación suya.

En estas caracterizaciones cobraban vida los animales, pájaros nativos del Paraguay y la naturaleza toda.

Ibáñez manifestó que con esta distinción están cumplimiento con una deuda histórica que tenía la Cámara de Diputados con los artistas populares de nuestro país.

"Estamos reconociendo en vida a una figura fantástica de nuestro cancionero popular, como lo es Quemil Yambay. Ha recorrido como embajador de la música paraguaya, llevando el dulce idioma guaraní a diferentes y lejanas latitudes de nuestra tierra. También ha sido reconocido como ciudadano ilustre por diferentes ciudades", detalló.

A su turno, el artista Quemil Yambay se mostró muy emocionado y agradeció a todos los ciudadanos en general, y a los parlamentarios, en particular, por recibir tan prestigiosa condecoración en vida.

De nuevo en uso de palabra, el proyectista de la condecoración, diputado Ibáñez, dijo que "es necesario crear los incentivos para que los músicos, artistas, intérpretes y autores vivan de manera digna en nuestro país, siendo reconocidos por sus autoridades, representantes y por su pueblo".

No dijo nada de los caseros…