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Recambio presidencial en Uruguay

La tercera vuelta electoral fue para el Frente Amplio

Tabaré Vázquez será el conductor de un barco que parece encaminado. (Dibujo: NOVA)

Por Gustavo Damián González (*), especial para NOVA.

El sistema electoral uruguayo prevé tres momentos electorales: las internas partidarias, las elecciones generales y el balotaje. Antes de concretarse las internas partidarias, el Partido Nacional tenía altas expectativas, ya que el joven candidato Luis Lacalle Pou irrumpió en la vida política partidaria, cuando ganó su interna contra el histórico dirigente Jorge Larrañaga.

En las elecciones generales, el panorama político se aclaró. Tabaré Vázquez, quien había terminado su presidencia con el 75 por ciento de imagen positiva, obtuvo el 47,8 de los votos orientales. Esto abrió una discusión en torno a la modificación del marco electoral del balotaje cuando las diferencias entre los candidatos y la legitimidad es alta.

La tercera vuelta electoral, la ganó el Frente Amplio con el 54 por ciento de los votos. El primer presidente de izquierda del Uruguay, volverá a gobernar el país a partir del 1 de marzo, con un alto nivel de legitimidad. Se convierte así, en el tercer presidente de la historia en lograr la reelección presidencial y en el presidente más votado de la historia. Este enorme apoyo popular le permitirá al nuevo presidente un margen de maniobra importante, por lo menos en el primer año.

Análisis

Es sabido que en el Frente Amplio conviven muchos partidos políticos y con diferencias sustanciales en algunos casos, esas tensiones son constitutivas de un frente y una política nacional que se caracteriza por la construcción de consensos.

Este nuevo gobierno tendrá tres patas: el presidente José “Pepe” Mujica quien será el hombre fuerte de la Asamblea General, y el encargado de persuadir a sus pares (en particular los sectores radicales) para que acompañen las políticas presidenciales.

Por otro, el actual vicepresidente y futuro Ministro de Economía; Danilo Astori, quien tranquiliza a los sectores más conservadores del exterior, del interior del Uruguay y de los sectores internos del Frente Amplio.

Y por supuesto la tercera pata de la mesa es el propio presidente de la Nación que intentará pivotear entre todos los sectores internos del Frente, al tiempo que contemplará políticas de Estado de largo alcance.

El Frente Amplio tendrá también mayoría parlamentaria, esto le da cierto respiro, sin embargo; el sistema partidario uruguayo dista de tener una disciplina partidaria parlamentaria.

No obstante, este país está considerado entre los 20 países con mayor calidad democrática del mundo, esto hace que el dialogo inter y extrapartidario sean una constante. A tal punto que, a pesar de funcionar un sistema presidencialista, el juego electoral no suele ser de suma cero, ya que los partidos políticos de la oposición suelen tener participación en varios órganos estatales.

El 1 de marzo entonces continuará un ciclo de 15 años de gobierno de izquierda, la agenda pendiente es variada, pero la centralidad estará puesta en la política de salud, en la vivienda y en la educación, tres áreas adonde se han realizado importantes avances, pero nacieron nuevas demandas. La seguridad es un tema espinoso en el cual gobierno no ha dado en el centro.

Lo cierto que este pequeño país, genera para cualquier observador externo, una sana envidia por su convivencia democrática y madurez política. Tabaré Vázquez será el conductor de un barco que parece encaminado.

(*) Licenciado en Ciencia Política (UBA), especialista en Sistemas Electorales, docente e investigador de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad del Salvador.

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