Mundo NOVA
Análisis de la política oriental

Las internas en Uruguay reavivaron la vida partidaria

El Licenciado Gustavo González, realizó una exhaustiva investigación sobre la política uruguaya.

Por Gustavo Damián González (*), especial para NOVA

El primero de junio de 2014 se llevó a cabo la primera etapa del proceso electoral del Uruguay. Por la propia Constitución, todos los partidos políticos están obligados a presentarse a elecciones en una misma instancia electoral, aunque los ciudadanos no tienen la obligación de votar y solo lo pueden hacer por una lista interna de un partido político, de allí salieron los candidatos para las elecciones presidenciales del 26 de octubre.

Con algunos inconvenientes, se incorporó por primera vez un sistema informático para las mesas de votación. 325 ceibalitas fallaron el día de la elección lo que demoró algunas mesas, no obstante, la cultura política de ese país pudo subsanar cualquier inconveniente.

Los analistas locales coincidieron en señalar la baja participación electoral, esta es una verdad relativa. Si se la compara con las elecciones internas anteriores esto fue así, en 1999 votaron un 45 por ciento de los orientales, en este 2014 participó el 37.

No obstante, si se lo compara con cualquier país de la región, es difícil encontrar este nivel de participación en las internas partidarias, con lo cual una vez más mostró un alto índice de calidad democrática que queda plasmado en cualquier estudio regional.

Varios fueron los partidos que se presentaron a estas internas, pero sin dudas, la atención estuvo puesta en los tres partidos más representativos: la alianza gobernante del Frente Amplio, el Partido Blanco y el Partido Colorado.

Repaso de las últimas internas

El Frente Amplio, en una elección semicompetitiva presentó a dos candidatos; el ex presidente Tabaré Vázquez, representante del Partido Socialista, que fue acompañado por los sectores más fuertes del Frente Amplio (MPP, Asamblea Uruguay, Nuevo Espacio, Frente Líber Seregni, etc).

La otra candidata fue Constanza Moreira, apoyada por los sectores más radicalizados del Frente Amplio (PST, PVP, Izquierda Unida, Frenteamplista por un Cambio, etc). Esta elección fue semicompetitiva porque Vázquez recogió el 82 por ciento de los votos de la interna y con 248.000 votos, fue el precandidato presidencial más votado en todos los partidos.

En el Partido Colorado se presentaron tres precandidatos, el senador Pedro Bordaberry, hijo de Juan María Bordaberry (presidente entre 1972 y 1973, y de facto entre 1973 y 1976) y representante de “Vamos Uruguay”.

El otro candidato fue José Amorín Batlle, apellido con enorme historia en el país. El tercer candidato fue Manuel Flores Silva. Esta elección también fue semicompetitiva ya que Pedro Bordaberry se quedó con el 74 por ciento de los votos colorados.

La novedad de la elección fue las internas del Partido Nacional, la irrupción de un candidato joven, en una política nacional envejecida y ávida de nuevas caras. Luis Alberto Lacalle Pou, no solo se transformó en una novedad en la escena política nacional, sino que obligó a modificar algunas estrategias electorales del Frente Amplio y reverdeció la disputa electoral competitiva.

Lacalle Pou, a través de su movimiento “Todos” logró consolidar un espacio dentro del Partido Nacional, pero también atrajo a otros grupos que no forman parte del Partido Blanco. Con el 54 por ciento de los votos del Partido Nacional, le ganó a unos de los favoritos del partido como Jorge Larrañaga que obtuvo el 45 por ciento de los votos. Este fue sin dudas, la sorpresa electoral para muchos.

Los números fríos nos indican que el candidato que obtuvo mayor cantidad de votos, fue el frenteamplista Vázquez, pero el partido político que ganó la elección fue el Partido Nacional. Así se abre un nuevo e interesante escenario electoral, sin tener nada definido aún.

El Partido Colorado, por derecha y centro derecha intentará no volver a realizar la magra elección del 2004. El Frente Amplio por izquierda va a saca a relucir sus logros de estas dos gestiones y atacar la inexperiencia de Lacalle Puo.

Queda como disyuntiva si este sistema de internas abiertas aprobado por la Constitución de 1996, permitió un juego de estrategias electorales por parte de los votantes del Frente Amplio, esto es, si ante la clara ventaja de Vázquez en las internas del Frente Amplio, estos se volcaron a las internas del Partido Nacional en detrimento de Larrañaga.

Lo cierto es que la elección nacional de octubre de este año va a ser una de las más competitivas de las últimas décadas y una prueba de fuego del gobierno del Frente Amplio.

(*) Licenciado En Ciencia Política (UBA). Especialista en Sistemas Electorales (UNSAM). Docente e investigador de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad del Salvador.

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