"No se trata de un presidente, se trata de ir consolidando el sistema democrático. Cualquier tipo de retroceso genera una inestabilidad e incertidumbre que dañan al pueblo y su afán de desarrollo” sostuvo el mandatario.

Pidió fortalecer el diálogo y agradeció a los líderes regionales y al secretario de la OEA que le hicieron llegar su apoyo.

Respecto al acta que generó la crisis, señaló que lo que debió ser un debate técnico se convirtió en “debate político” y que ante la posibilidad de que el documento vulnerara los intereses paraguayos ordenó gestionar su anulación.

Por último, prometió fortalecer al “caiga quien caiga” anunciado el día de la toma de poder.

“A todos mis colaboradores les he dicho que Paraguay no se merece ser defraudado por sus líderes. Los que hayan sido negligentes, serán destituidos” dijo tomando acaso distancia de su vicepresidente, Hugo Velázquez, sindicado ahora como el gran responsable del cuestionado acuerdo.

El Jefe de Estado advirtió que no solo no tolerará más actos de corrupción sino tampoco errores.

“Desde el presidente y el vice, sea quien sea que tenga que rendir cuentas, van a rendir cuentas. No voy a apañar a ningún paraguayo que deshonre el compromiso con el pueblo”

Respecto a la Itaipú, adelanto: “No tengo otro interés que el de dejar un mejor país para las próximas generaciones, Itaipú es una causa nacional” dijo antes de anunciar la conformación de una comisión transparente integrada por representantes de todos los partidos, todos gremios y personas del ámbito académico que contribuya a elaborar la mejor estrategia de cara a la renegociación del Tratado.

Finalizado el discurso, se dirgió a la explanada del Palacio de López saludó a unos 3 mil adherentes que llegaron para ofrecerle su apoyo.