Por este motivo y prudentemente, el Ministerio Público y la Cancillería dilataron lo más que pudieron los trámites para la extradición del narcopolítico que ordenó el asesinato del periodista Pablo Medina y su asistente Antonia Almada.

Sin ir más lejos, la traducción del pedido de extradición del castellano al portugués llevó más de diez días debido a “tecnisismos”, según se encargó de explicar el canciller Eladio Loizaga en su momento.

Este mediodía, la fiscala antisecuestros Sandra Quiñonez y el fiscal general, Javier Díaz Verón anunciaron (una vez más) que la extradición de “Neneco” sería inminente.

A diferencia de lo que sucediera en otras oportunidades, esta vez pusieron fecha: entre este fin de semana y la semana que viene, es decir; justo cuando el proceso electoral concluya.

La funcionaria agregó que para el Ministerio Público el caso “está cerrado” y que solo resta la declaración indagatoria del acusado.

Díaz Verón adelantó que una vez que llegue al país, el exintendente permanecerá recluido en el penal de Tacumbú, lugar donde no faltará gente dispuesta a callarlo para siempre.