“A la fecha, el Ejecutivo rioplatense aún no comunicó ni remitió a su par paraguayo las referencias documentales del proyecto nuclear que planean ejecutar en zonas lindantes con nuestro territorio, donde la biosfera unitaria y compartida exige la interconsulta entre ambos países, conforme a las disposiciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), del que Argentina y Paraguay son miembros activos”, expresa el parlasuriano.

Además de mencionar las posibles consecuencias para el medioambiente y la población en un radio de 500 kilómetros en caso de registrarse un accidente, recuerda que la Delegación paraguaya ante el Mercosur ya había alertado sobre el avance del programa nuclear argentino, pronunciamientos mediante, y teniendo en cuenta los desastres ocurridos en Chernobyl, Ucrania, y Fukushima 1, Japón.

“Consciente del derecho inmanente del hombre de preservar su hábitat nativo contra las agresiones imaginadas y perpetradas por sus mismos congéneres e identificado con la creciente y justificada angustia de los compatriotas del Ñeembucú y Chaco y los residentes formoseños, que conformando expectables delegaciones se llegaron al país en reiteradas ocasiones para transmitir su auténtica inquietud y temor a las autoridades nacionales, esta Presidencia recuerda a las autoridades argentinas que el Tratado de Asunción, según consta en su prefacio, entiende que uno de los objetivos cardinales del Mercosur es la preservación del medio ambiente”, sostiene.

El titular de la Delegación de Paraguay asevera que cualquier acción sin la correspondiente anuencia de una de las Partes involucradas en el asunto desarrollado, “sacrificará alevemente el ineludible principio del consenso y la unanimidad, suponiendo un flagrante desacato de la ley fundamental que rige el bloque regional y el menosprecio culpable de las regulaciones internacionales, urgiendo irremediablemente apelar a los estrados multilaterales competentes en demanda de justicia”.