De acuerdo al último informe de las autoridades, 21 personas perdieron la vida, mientras que 33 resultaron heridas, seis de ellas de gravedad. Entre las víctimas fatales hay 15 adultos, 5 adolescentes y un niño.

Las autoridades destacaron que el vehículo quedó unos pocos metros al costado de la ruta. Si hubiera desbarrancado totalmente hasta el cauce de un río lindero, "el número de muertos habría sido más significativo".

Ambulancias y helicópteros de los Bomberos de Brasil se desplazaron hasta el lugar para rescatar a los heridos, que fueron trasladados a centros sanitarios de Curitiba y Joinville, según el portal de noticias brasileño G1.

Uno de los conductores del micro fue trasladado a la Comisaría de la Policía Civil en Guaratuba, encargada de las investigaciones y donde deberá dar su relato de lo ocurrido.

Las autoridades ventilaron que, según ese conductor, el vehículo experimentó un problema con los frenos tras iniciar la "curva de la Sierra", un sector en el que ya habían ocurrido otros accidentes. Sin embargo, el chofer del ómnibus dijo que "fue demasiado tarde" cuando se dio cuenta del desperfecto, de acuerdo al relato brindado a Folha de Sao Paulo.

La empresa Turismo Pires da Cruz, con sede en Ananindeua, comunicó que el autobús de su propiedad había salido el viernes de Belem, capital de Pará, en viaje contratado por un grupo particular de personas.