Mientras tanto, la prensa nacional arenga a la ciudadanía carioca a alentar por el equipo alemán -en una clara muestra de inmadurez futbolística-, poniendo primero su honor antes que la casi ‘obligación’ de luchar por las reivindicaciones latinoamericanas. Este domingo, todo el continente debería ser argentino, la Copa Mundial es mucho más que fútbol.

A pesar de sus ansias, el deseo Rousseff no se pudo concretar, porque Argentina venció a Holanda en la tanda de penales y se clasificó para enfrentar a Alemania por la gran final de la Copa del Mundo que se disputará en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, donde la propia mandataria deberá entregar el trofeo ecuménico.

El empresario, también dijo que la presidenta está "un poco triste" por la mayor derrota que la selección brasileña sufrió en su historia, pero que como es "una persona muy fuerte", sabe sobreponerse: "Tenemos que seguir adelante, tenemos que motivar al país".

La presidenta recurrió a una clásica canción de samba brasileña para levantarle el ánimo a la población, que quedó estupefacta tras la humillante derrota ocurrida en el estadio Mineirao de Belo Horizonte. "Brasil, levántate, sacúdete el polvo y sigue adelante", escribió en su cuenta en Twitter.