El Regimiento, que recuperó su denominación oficial en 2003 mediante el decreto presidencial Nro. 1039, tiene como misión principal garantizar la seguridad del presidente, el vicepresidente, sus familias, expresidentes y mandatarios extranjeros en visitas oficiales.

Además, está preparado para operaciones antiterroristas, incluyendo el rescate de rehenes, según explicó su comandante, Fredy Oviedo. En su discurso, Oviedo instó a los soldados a mantener el compromiso con la patria, destacando el prestigio de la institución y su contribución a un Paraguay más fuerte y justo.

Por su parte, Peña subrayó los esfuerzos de su administración para fortalecer las Fuerzas Armadas, con la incorporación de seis aviones Super Tucano, radares y otros equipamientos que modernizan la Fuerza Aérea Paraguaya.

“La seguridad es la base del desarrollo. La defensa nacional debe unirnos a todos los paraguayos”, afirmó, llamando a la unidad en tiempos de paz para construir una nación más próspera.

El acto, cargado de simbolismo, reafirmó el rol estratégico del Regimiento Escolta Presidencial en la protección de la soberanía y la estabilidad del país, en un contexto de renovación militar y compromiso con la defensa nacional.