
Este 26 de julio de 2025 marca un año desde que Moody’s otorgó a Paraguay, por primera vez en su historia, el grado de inversión, elevando su calificación de Ba1 a Baa3 con perspectiva estable.
Este hito refleja la confianza internacional en el crecimiento sostenido del país, su resiliencia ante crisis externas y los avances institucionales impulsados por el presidente Santiago Peña, que han robustecido los cimientos macroeconómicos.
Hace un año, Paraguay alcanzó un sueño largamente anhelado: el grado de inversión. pic.twitter.com/PV2SXFeTAu
— Santiago Peña (@SantiPenap) July 26, 2025
Uno de los frutos visibles llegó en febrero, con la emisión de bonos soberanos en guaraníes y dólares por 1.200 millones de dólares.
El tramo en guaraníes (600 millones de dólaresa 10 años) se colocó a una tasa del 8,5 por ciento, mientras que el de dólares (600 millones a 30 años) alcanzó un 6,65 por ciento, con una demanda récord 7,5 veces superior.
El Ministerio de Economía y Finanzas destacó la participación de más de 44 inversores internacionales, un respaldo claro a la estabilidad del guaraní. Aunque Fitch y Standard & Poor’s aún sitúan a Paraguay un escalón por debajo (BB+ con perspectivas estables y positivas, respectivamente), ambas agencias elogiaron su disciplina fiscal, baja deuda pública y fortaleza institucional.
Paralelamente, el comercio exterior ha despegado bajo la gestión de Peña.
Desde julio de 2024, Paraguay accedió a 63 nuevos destinos de exportación, habilitó seis mercados clave para carnes —como Israel para ovina, Argentina para porcina y Singapur para bovina, porcina y aviar—, alcanzando 92 mercados para productos cárnicos.
Las exportaciones de frutas y hortalizas de la agricultura familiar a Argentina superaron los G. 6 mil millones, mientras ventas de banana y piña rozaron los 25 millones de dólares tras la reapertura de Argentina y Chile, y la apertura de Brasil.
El Senave certificó 10 millones de toneladas de productos vegetales, abriendo 35 nuevos mercados agrícolas y afianzando la competitividad.
Peña ha transformado a Paraguay en un ejemplo de progreso y estabilidad, demostrando que su liderazgo no solo atrae inversión, sino que impulsa el desarrollo integral del país.
Este aniversario reafirma un futuro prometedor para una nación que, bajo su guía, sigue ganando el mundo.