Los errores de Nakayama y porqué no aliarse con la izquierda fue su único acierto
Por José Maria Quevedo
La izquierda afirma que si Nakayama los hubiese incluido en su alianza, habría ganado. Nada más alejado de la realidad.
Contexto: Ricardo Meyer rozó el 5% en 2015. Lugo apenas sumó 15 mil votos en 2018. Podrán decirme que Ferreiro ganó en 2015. Sí; pero ganó porque era Mario Ferreiro y había que echar a Samaniego.
En esta elección, Johana Ortega (Asunción para Todos) y Luis Narvaja (Frente Guasu) no sumaron juntos poco más de 5% y no lograron la elección de ningún concejal de sus movimientos.
Sin embargo, los aliados de Nakayama tendrán en la próxima Junta cuatro representantes (tres Patria Querida y uno Encuentro Nacional).
Y hay que tener en cuenta otras variables; si Nakayama acordaba con la izquierda, ¿Sebastián Garcia se hubiese “bajado” y apoyado? Si lo hubiese apoyado,¿cómo habría sido la convivencia entre dos grupos tan antagónicos como la izquierda luguista y la derecha asuncena? Y algo más;¿cómo hubiese explicado Nakayama al electorado esta “extraña alianza”?
Para concluir; perder el tiempo tratando de imponer un relato sin sentido, construido desde el sesgo y la posverdad, conspira contra la propia izquierda.
Y ahora las razones de la derrota.
Nakayama perdió porque no tuvo ni estrategia, ni iniciativa ni discurso ni agenda propia, al punto que sus acciones estuvieron subirdinadas a las publicaciones de ABC Color.
Aunque el candidato dijo que ANRnuncaMás era un pésimo slogan, en la práctica se aferró a el con uñas y dientes. Grave error. El votante nunca asoció a Nenecho con esa elite colorada a la que se acusa de hacer tanto daño al país.
En un contexto de desafección política gana el que motiva. Y Nakayayma no motivo a nadie. Le alcanzó a Nenecho con tapar tres baches, asfaltar cuatro calles y reparar algunas paradas de buses sobre Mariscal López para derrotarlo por amplio margen, hecho que obliga al candidato liberal y su equipo a hacer una profunda reflexión.
Decir que perdió porque “corrió plata” es denigrar al votante. Y autoengañarse. Sin autocrítica y análisis real no hay proyecto político que pueda tener éxito.