Fueron más que llamativos los argumentos esgrimidos por Zavala que habló a favor de la entrega de tierras a colonos de origen brasilero “que saben trabajar” y no de paraguayos “que no saben”, y de Zulma Gómez, quien aseguró que un chico de 20 años con un lote de diez hectáreas “no puede hacer nada”.

Horacio Cartes (quien hizo un fuerte lobby desde sus medios para la aprobación de la ley) había pedido este miércoles en la Expo Mariano “observar” quiénes van a votar a favor de la penalización y quiénes en contra”

“Probablemente estamos controlando cada 10 minutos si tenemos los votos para tratar, pero observemos quiénes votan”.

“Siento la preocupación de la gente, la seguridad jurídica, y confío que todos sabemos que no hay un país igual que Paraguay para el trabajo. Sinceramente, nuestros adversarios no están afuera, están adentro. Antes peleábamos colorados con liberales, hoy ya no veo como adversario al Partido Liberal”, señaló acertadamente ya que parte del PLRA votó a favor de su ley.

Y cerró poniendo el foco en las organizaciones civiles a las que apoya financieramente: “Entre todos tenemos que mirar las organizaciones no gubernamentales, la fortuna que les damos. Nosotros les damos los proyectos a aquellos que después nos disparan, y qué más pedimos nosotros, solo que nos dejen trabajar, queremos paz”.

La estrategia que no pudo ser

Entre quienes más trabajaron por el rechazo de la Ley estuvo Pakova Ledesma, que consciente de que había votos para aprobar la iniciativa, horas antes de la sesión intentó convencer a los luguistas de apoyar su propuesta de postergar por 30 días el tratamiento.

La idea de Pakova era darle más tiempo a la iglesia para intensificar su lobby contra la Ley y a las organizaciones campesinas trabajar un plan de acción coordinado en todo el país. El FG le dijo que preferían que el proyecto se tratara, se aprobara y que los colorados asumieran el costo político antes en las próximas elecciones municipales.