
Dajla no es solo mar y viento. Hoy es una tierra en obras, con proyectos que avanzan y que están empezando a transformar la vida de su gente. El pasado 2 de mayo, el ministro Ahmed El Bouari recorrió la región para seguir de cerca varios de estos proyectos. Lo acompañaban técnicos, responsables del sector agrícola y pesquero, y representantes locales. Lo que vio confirma algo que ya muchos perciben. El desarrollo del sur dejó de ser un proyecto. Ahora es una realidad palpable.
Planta de desalación
Entre los proyectos más destacados figura la planta de desalación de agua de mar, impulsada por energía eólica y pensada para irrigar más de cinco mil hectáreas y abastecer de agua a la población, con una infraestructura que une sostenibilidad y beneficio social. Se trata de una inversión de más de 2.600 millones de dírhams (más de 700 millones de dólares) que permitirá crear más de doscientas explotaciones agrícolas, cien de ellas para jóvenes de la región. Es una forma de cultivar tierra, pero también de construir futuro.
También se han visitado dos mercados que pronto estarán en funcionamiento: uno de proximidad y otro mayorista para frutas y hortalizas. El segundo ya está al 90 % de ejecución. La idea es clara: organizar la distribución, mejorar las condiciones sanitarias y evitar la pérdida de productos. Son detalles que, bien gestionados, marcan una diferencia real en la vida diaria de productores y consumidores.
El puerto
En el puerto, los cambios también son visibles. Una unidad industrial dedicada a transformar productos del mar está prácticamente terminada. Con una capacidad de 140 toneladas diarias y una inversión superior a los 127 millones de dírhams, esta fábrica generará medio millar de empleos. Y eso no es todo. Otro complejo, más grande, con seis unidades dedicadas a los pequeños pelágicos, está en marcha con una inversión que supera los mil millones de dírhams y un impacto laboral de más de 4.000 puestos. Aquí la apuesta es clara: que el pescado no se vaya sin ser transformado, que el valor añadido se quede en la región.
Pesca
Además, se ha lanzado un programa nacional para distribuir radiobalizas a las barcas artesanales. Solo en Dajla, más de tres mil embarcaciones se beneficiarán de este sistema de localización, pensado para mejorar la seguridad en el mar. Son inversiones concretas que responden a necesidades reales.
Lo que está pasando en Dajla no se ve desde lejos. Hay que pisar la tierra, hablar con la gente, ver las obras. Entonces uno entiende que no se trata de cifras, sino de oportunidades. Cuando los proyectos se hacen con lógica territorial, con respeto al medio ambiente y pensando en los jóvenes, el desarrollo deja de ser una consigna. Se convierte en presente. (Rue20 Español/Dajla).