Dentro del informe se realiza un análisis de los retos que enfrentarán las diversas economías tras los golpes coyunturales que vivió el mundo en los últimos años. En el apartado de Política Fiscal habla acerca de los efectos de la inflación en el gasto público.

Son diversoslos causantes y dependen de varios factores, uno de ellos es el nivel de indexación de los componentes del gasto. El segundo es la respuesta de las políticas en términos de los mecanismos de focalización utilizados para compensar por la pérdida de poder adquisitivo de los más vulnerables; y el aumento del costo de las adquisiciones públicas.

En lo que respecta al primer factor, en promedio el 44 por ciento del gasto público de los países de América Latina y el Caribe son inflexibles. Observando los números de Paraguay, se ubica en el puesto número siete en la región con mayor gasto rígido, mientras que es el primero de Sudamérica.

A su vez, el BID menciona que debido a la indexación, la inflación del pasado puede generar un crecimiento del gasto futuro como los salarios, las transferencias y los pagos de los intereses de la deuda.

“El aumento de la inflación también aumenta la inflexibilidad futura del gasto público, lo que plantea un problema para la consolidación fiscal”, alertó el organismo.