Educación
“Una computadora por alumno”

Eliodora Chávez: “El uso pedagógico es una materia pendiente del proyecto”

La directora del colegio Eliodora Chávez junto a una de sus alumnas y la laptop que le entregó el MEC. (Foto:NP)

La escuela Básica 370 “Juan Manuel Frutos” es una de las 16 instituciones en las que el MEC ha puesto en práctica el proyecto “Una computadora por alumno”. A la misma concurren 900 chicos que, supuestamente, deberían tener una máquina cada uno, pero lejos del ideal diseñado por el padre del programa Nicholas Negropone y presentado allá por 2006 en el Foro Económico de Davos, el colegio apenas cuenta con 30 computadoras desde hace dos años.

Aunque todos los alumnos hacen uso de las máquinas, el programa sólo incluye a los de cuarto, quinto y sexto grado, que pasan por lo que la directora Eliodora Chávez denomina “Sala de computación” o “laboratorio informático”, una hora de reloj todos los días.

Eliodora considera positiva la experiencia del programa: “A los chicos les parece novedoso, interesante y eso les ayuda a interesarse y poner empeño en aprender tanto los contenidos curriculares y como los que son propios de TICS. La falencia que vemos es en el uso pedagógico que se le debe dar a estas herramientas tecnológicas” dice la docente, que ve a la falta de capacitación como el máximo problema.

“Nosotros hicimos el esfuerzo el año pasado en aprovechar las capacitaciones que brindaron tanto Microsoft como el MEC para que nuestros docentes asistan esas jornadas. Tratamos de cubrirlos en las horas de grado para que estén liberados y en horas de clase pudieran asistir a esas capacitaciones que apuntaban a lo básico es decir, el uso de la herramienta. El uso pedagógico es todavía una materia pendiente”.

El trabajo en la sala

Para Eliodora, “falta adiestrar a los docentes para administrar los contenidos curriculares. Las computadoras se prestan para hacer miles de actividades divertidas, novedosas, y no repetir las mismas cosas que puedo hacer en el pizarrón”.

“En un principio los chicos se dispersaban pero ahora ya no. Al principio los chicos manejaban más las comunidades sociales los juegos, hoy no, hay normas, pautas establecidas. Ellos elaboran los proyectos con sus docentes y saben a qué van a la sala de informática. Al término de la hora tiene que haber un producto terminado” dice la directora.

Respecto a la premisa original que propone que sea el niño el dueño de la máquina y no el colegio, señala: “La idea era que el chico se lleve la computadora a la casa, pero no hay para todos. Yo tengo 30 máquinas y tengo secciones con 35 alumnos” y agrega: “Ahora damos las laptops en préstamos bajo acta a los docentes y a los alumnos, si se justifica el pedido”.

Observaciones

Más allá de las carencias económicas de la comunidad a la que pertenecen los chicos que concurren a este colegio, la gestión de docentes y padres permite observar una institución humilde pero ordenada.

La misma Eliodora Chávez destaca que “sin una buena gestión del colegio es imposible implementar este plan”.

En la idea original de Negroponte, el docente no era una pieza significativa del programa, ya que los niños “iban a ser sus propios maestros”. Las experiencias recogidas en los diferentes países donde se puso en práctica, demuestran que Negroponte estaba equivocado y que el docente juega un rol preponderante a la hora de que el proyecto arroje resultados positivos.

“La capacitación del docente es fundamental” asegura Eliodora, que aprovecha para hacer una crítica: “Muchas veces veo como los medios responsabilizan al MEC por el estado de algunos edificios escolares. Yo creo que el MEC es responsable, pero mucho depende también de la gestión de la comunidad, los padres y las autoridades del colegio. Si no existe un trabajo coordinado no sirve lo que el MEC pueda hacer”.

Para finalizar, la directora coincide con lo señalado por todos los entrevistados. “sin infraestructura adecuada es imposible implementar el plan”.

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