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A 9 años de su destitución

Emboscada "online": Lugo le reclamó a Dilma que Itamaraty no apoyara la defensa militar de su gobierno

Fernando Lugo y Dilma Rousseff, expresidentes del Paraguay y el Brasil.

Por José Maria Quevedo

Fue en julio de 2021 durante el conversatorio online “A 9 años del Golpe”. Nadie se lo esperaba. Y menos Dilma Rousseff, quien jamás pensó que el expresidente del Paraguay le tendería semejante emboscada.

“…Voy a cometer quizás una pequeña infidencia mi estimada compañera Dilma..." le advirtió el anfitrión a la invitada, antes de componer la escena y responsabilizar a Itamaraty por su caída.

"...Canciller del Brasil, Patriota; informaciones que iban y venían en el Palacio de Gobierno, reuniones con ministros cancilleres, la cúpula militar y la Constitución paraguaya que permite a las FFAA defender a las autoridades legítimamente constituidas…y recuerdo, en ese día en que los militares se pusieron a disposición para defender el proceso democrático paraguayo, que Patriota nos decía que íbamos a tener seria dificultades con el brasil porque ellos no reconocerían la defensa de la democracia a través de los militares. Y eso me ha llamado mucho la atención…”

No hay mucho que agregar.

La respuesta de Dilma

Al momento de su intervención, Rousseff que optó por poner en contexto la destitución de Lugo y resumir lo actuado por los países de UNASUR sin responder directamente a la inesperada acusación.

El conversatorio fue seguido (entre otros) por los senadores luguistas Carlos Filizzola, Esperanza Martínez y Jorge Querey, el economista José Carlos Rodriguez y el parlasuriano y principal asesor en relaciones internacionales del FG, Ricardo Canese.

Y es precisamente este último, monje negro del luguismo post destitución, quien siempre ha afirmado que Lugo se vió obligado a entregar el gobierno por no contar con el apoyo del Brasil.

Es probable que el inesperado reclamo público de Lugo a Dilma (quizás sugerido por el propio Canese) busque justificar una decisión que la gran mayoría de los que apoyaron o fueron parte del gobierno del exobispo siguen sin entender; cómo un presidente con amplio respaldo popular y el apoyo de todos los países de la región aceptó mansamente su destitución luego de un juicio político “exprés” bien articulado pero carente de toda legitimidad.

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