Opinión
Panorama Político Nacional

Horacio, Camilo, Rocio, Mario y el Che

La izquierda y el Che (Dibujo:NOVA).

Por José Maria Quevedo

Si el Che hubiese resucitado en Paraguay ya se habría muerto tres veces: en 2012 cuando Lugo entregó el poder con el mundo a su favor; cuando el propio Lugo se sumó a la movida de sus verdugos para facilitar la reelección de su verdugo en 2017 y este enero de 2020, al escuchar los audios filtrados de la gran esperanza de la izquierda revolucionaria; Camilo Soares.

A partir de las revelaciones de las últimas semanas, se plantean con Camilo algunas dudas que comparto: o no es el gran estratega que muchos creen; es ese estratega que cegado por el odio cometió un error de amateur; tiene una estrategia tan buena que ninguno de nosotros logra advertir o simplemente ya no le importa más nada y decidió que era momento de que todo explotara por el aire, como ese genio que destruye su propia obra por puro placer o quizás al ver que su obra lo supera.

Por mi parte, creo que es un buen estratega (algo sobrevalorado por sus propios enemigos) que confió demasiado en sus habilidades y subestimó a los demás actores como suele hacer la izquierda teórica que (salvo contadas excepciones) fracasa una y otra vez contra la derecha práctica.

Si escuchamos los audios, Camilo terminó siendo la herramienta perfecta para que “Musculin & Company” obtuvieran ciertos favores por parte de Mario Ferreiro, un intendente que fue víctima de su inexperiencia política, su mala comunicación, su candidez, su buena fe y su evidente influenciabilidad (si existe el termino y sino, lo inventamos. Total, hoy si hay algo que no importa es lo que diga la RAE, mis querides ciudadanes).

Pero volviendo al tema central de esta columna, el daño que Camilo le ha hecho a la izquierda parece en un principio, irreparable. Aunque si lo pensamos bien, en estos tiempos de tanta volatilidad electoral, un buen candidato puede arreglarlo todo.

Sin embargo, esta guerra político-mediática entre Camilo, Rocio and friends, afecta a todo el arco “progresista” que termina viendo en Ferreiro y su gente no solo a un inútil, sino a un corrupto (cosa que yo aclaro no creo que sea. Y esto va enserio).

Analizando superficialmente este culebrón revolucionario de verano parecería ser Nenecho el que mejor provecho saca de la situación.

El ExCalle 7 fue tan hábil como para engañar a avezados maestros de la intriga y la traición como….bueno, no es necesario nombrarlos. Su accionar fue un tanto burdo como tremendamente efectivo, tanto que hoy es intendente y precandidato, con grandes chances de continuar.

Mientras Camilo se asolea en Brasil, Nenecho combate el dengue en Asunción y Ferreiro intenta convencer sin éxito a la Fiscalía que no tiene nada que ver, el “Che” resucita y se muere una y otra vez en Asunción.

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