Opinión
Panorama Político Nacional

Mientras Efrain sigue con su reality; Victor Ríos, Salyn y Carolina Aranda consolidan su Frente

Efraín Alegre por un lado y Salyn Buzarquiz, Víctor Ríos y Carolina Aranda del Frente Nuevas Ideas por el otro (Dibujo: NOVA).
Candidatos inscriptos según los movimientos.

Por José Maria Quevedo

En apenas unas semanas, el Frente Nuevas Ideas estableció una diferencia sustancial con el movimiento que lidera Efraín Alegre tanto en el discurso como en los hechos.

Mientras Efraín insiste en que Horacio Cartes tiene un plan para "apoderarse del PLRA" y él es el único capaz de impedirlo, Salyn, su candidata a vice Carolina Aranda y Victor Ríos (a los que nadie puede acusar de “cartistas”, mas bien todo lo contrario) logran el apoyo de la amplia mayoría de dirigentes y militantes liberales.

“En este momento ya podemos hacer una evaluación casi definitiva de la conformación de los equipos y estructuralmente estamos muy por encima del oficialismo” señaló a NOVA Víctor Ríos.

El precandidato liberal a la presidencia de la República se refirió también a la propuesta concreta del movimiento y quiénes lo conforman.

“Somos un conglomerado de movimientos internos que conformamos el Frente Nuevas Ideas - Lista 2023 con un proyecto muy claro; el lema es Salyn Buzarquis al Directorio, Víctor Ríos al Palacio. Sobre esa base estamos trabajando y, salvo que haya un cambio muy dramático que hasta ahora no se avizora, estamos seguros que vamos a tener un triunfo bastante holgado el próximo 20 de junio”:

Por su parte, el candidato a la presidencia del Directorio, Enrique Salyn Buzarquis se mostró satisfecho con el trabajo realizado y el apoyo obtenido.

De los más de 90 Intendentes liberales, el FNI consiguió la adhesión de más de 60 además de superar claramente al efrainísmo en la cantidad de candidatos inscriptos a nivel nacional.

Análisis e historia reciente

Alegre repite en este 2021 el discurso que lo llevó a la presidencia del Directorio en 2016, pero en otro contexto. En ese momento, Cartes aliado con Blas Llano y el luguismo, ya había puesto en marcha el plan reeleccionista y estaba listo para pasar por encima de todo y de todos. Presentarse como el candidato que mejor podía conducir un PLRA anti-cartes y anti-enmienda, tenía sentido.

Efraín ganó pero no por la diferencia necesaria para gobernar en soledad (36,83% contra 31,49% del llanismo) y tuvo que pactar con Salyn Buzarquis (que ya en esa elección alcanzó el 20,78%) para controlar el Directorio.

Alegre ganó esas elecciones en gran parte gracias al apoyo de Pakova Ledesma, que dejó de lado las diferencias que con él mantenía para impedir que el proyecto reeleccionista de Cartes y Lugo tuviera éxito. Lo mismo hicieron Víctor Ríos y Salyn, que cerraron filas contra la reforma de la Constitución y en 2018 integraron la alianza GANAR contra Mario Abdo y HC, que tuvo a Efraín como candidato.

Mientras Salyn, Víctor Ríos y Pakova se dieron cuenta que la gran mayoría de los liberales estaban hartos de la guerra Llano-Efraín y evolucionaron hacía una idea superadora, Alegre optó por radicalizar su discurso anti-cartista convirtiendo el partido en una trinchera para sus luchas personales sin lugar para la disidencia y el debate.

Efraín se aisló y ese situación lo llevó a desoír el pedido de los intendentes que reclamaban el desdoblamiento de las elecciones.

Su obsesión con Cartes le hizo interpretar su pedido como una maniobra del “llanocartismo para apoderarse del PLRA” cuando los promotores de esta idea eran en su amplia mayoría jefes comunales que nada tenían que ver con el llanismo y menos con HC (como Papu Ríos, por ejemplo).

La historia concluyó con la autoconvocatoria de los convencionales y un resultando aplastante a favor del desdoblamiento. Aunque el TSJE ratificó que las elecciones no podían desdoblarse, todo el proceso sirvió para fortalecer un nuevos espacio dentro del PLRA y confirmar que el personalismo de Efraín y su obsesión con Cartes y la presidencia terminarían por llevar al partido a la ruina definitiva.

El Frente Nuevas Ideas surge en ese contexto con un discurso que mira el futuro y genera la esperanza de un cambio que hasta el momento Efraín ha sido incapaz de lograr.

Su desafío pasa por capitalizar el descontento general y convertir el hartazgo en motivación. La reorganización del PLRA es clave para que la oposición llegue con chances de ganar la presidencia en 2023.

Lectores: 1213

Envianos tu comentario