Se aprobó la paridad en el P.L.R.A. Las listas estarán integradas en 50/50 por mujeres y hombres. Un paso más hacia la igualdad. Para hacer viable esta medida, se impone una reflexión sobre los obstáculos que encuentran las mujeres en su camino hacia espacios en niveles de decisión. Obstáculos insertos en las estructuras sociales y económicas, nada fáciles de superar.

Es importante conocer los procesos, porque no se puede transformar lo que no se conoce. La República sigue lejos de ser una “democracia representativa” para gran parte de la población. Indicadores de empleo, educación, salud y otros, muestran grandes brechas de desigualdad para con las mujeres.

Hagamos valer nuestra historia. Dos guerras legitiman nuestra fuerza y capacidad. Estamos sub -representadas en espacios públicos, pero no somos “recién llegadas”.

Hace tiempo se inició la lucha. Otras lo han hecho antes, hoy lo hacemos nosotras, otras lo harán después. Por ello una verdadera líder dialoga, incluye y es solidaria con otras mujeres. Una líder tiene una historia de continuidad y resistencia.

Una líder genera argumentos para combatir la desigualdad en el terreno. Ayuda a la comprensión del proceso que produce tales desigualdades para combatirlas mejor.

Las desigualdades son complejas, se generan desde siglos atrás en una dura estructura de dominación. Están enraizadas y por eso persisten.

La paridad es un gran paso, pero no olvidar que está inserto en un esquema social y económico que lleva tiempo excluyendo a la mujer. Es grande el desafío y requiere solidaridad.

Juntas…¡somos más fuertes !