"Paraguay es un país que mantiene tradiciones, es una sociedad muy conservadora", afirmó Santiago Peña. "Debe tener probablemente el mayor índice de población católica en América Latina y en el mundo. Paraguay es un pueblo muy creyente, de mucha fe, conservador". En este sentido, el Presidente subrayó que la Carta Magna del país prohíbe explícitamente el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo, reflejando los valores arraigados en la sociedad paraguaya.

La declaración de Peña refleja una postura coherente con las tendencias conservadoras predominantes en la sociedad paraguaya, donde las opiniones sobre el aborto y el matrimonio igualitario están influenciadas en gran medida por valores, así también enfatizó la influencia de la fe y las tradiciones en el país, señalando que la Constitución prohíbe estas prácticas, a pesar de considerar a Paraguay como una Nación abierta y no discriminatoria.