Nacionales
Conflicto en el norte

El caso del "falso" Alejandro Ramos expone a la FTC

Alejandro Ramos y Lino Valenzuela, el "falso" Ramos.

Por José María Quevedo

Que la FTC confunda a civiles con miembros del EPP es más común de lo que todos creen. En “Relatos que Parecen cuentos” Pai Pablito Cáceres y Benjamin Valiente denuncian seis casos similares al del “falso” Alejandro Ramos que a diferencia de este, tuvieron un desenlace fatal.

Personalmente cubrí dos casos trabajando para Ñanduti Digital: el de los hermanos Hermenegildo y Marcos Ovelar; emboscados y acribillados en Kurusu de Hierro por la FTC en septiembre de 2014, y el de Julián Ojeda Espínola, el “falso” Cristaldo Mieres primero y “falso” Osvaldo Villalba después; ajusticiado la noche del 18 de diciembre de 2015 mientras cazaba en un monte cercano a su casa, también en la zona de Kurusú de Hierro.

Del primer caso también fue víctima Maria Gloría González, quien sobrevivió de puro milagro luego de ser herida de bala, acuchillada y dada por muerta por los uniformados.

El caso del “Falso” Ramos expone no solo la falta de rigor dela FTC a la hora de chequear los datos que recibe, sino que confirma porqué organismos como Amnistía Internacional condenan el pago por información en medio de conflictos armados

Analicemos el caso

La FTC supo de la internación del “falso” Ramos (Lino Valenzuela) a partir del testimonio de un informante. Tanto el confidente como Inteligencia creyeron que podía tratarse del líder del EML porque las características físicas del internado coincidían con las del exEPP.

Un dato decisivo fue que el paciente presentaba un cuadro clínico similar al que las organismos de seguridad creen padece Alejandro Ramos.

Antes de que la identidad del involucrado fuese confirmada, la información fue compartida con la prensa. Aunque aclaró que no existía una certeza del 100%, el vocero de la FTC, Luis Apesteguía, dijo en diferentes medios que había “coincidencias” que les hacían presumir que se trataba del guerrillero prófugo.

“Hasta este momento no podemos confirmar si se trata de Alejandro Ramos, pero tenemos muchas coincidencias con la información de inteligencia que manejábamos, pero de momento no tenemos ningún informe técnico”.

Y acá una cuestión que merece ser revisada; existe una confianza exagerada por parte de la prensa en la información que comparte o filtra la FTC. La idea de que hay que acabar con el EPP “como sea” se ha legitimado y cuestionar los datos o la versión de los hechos que ofrece el ejército puede ser visto como un gesto de “simpatía” hacia el grupo armado.

La situación llegó a un punto extremo cuando las hijas de Felix Urbieta (secuestrado por el EML en 2016) llegaron hasta el Hospital Regional para preguntarle a un hombre “parecido” a Alejandro Ramos sobre el destino de su padre.

Lo increíble es que tanto la fiscala del caso como los miembros de los organismos de seguridad se aferraron hasta último momento a la posibilidad de que el hombre y sus familiares estuviese mintiendo y fuese realmente Alejandro Ramos.

En otra práctica habitual, la agente del Ministerio Público planteó imputar a la hija de Valenzuela por “faltar al deber de cuidado”.

Y me pregunto:¿Qué hubiese pasado si en vez de estar internado, Valenzuela era confundido con Ramos por la FTC en el algún descampado de la zona?

Lectores: 652

Envianos tu comentario