En un operativo fallido, el 18 de junio de 2016 agentes de la Senad asesinaron "por rror" en Nueva Italia a Vivan Zanotti Cavazzini, una niña de 3 años.

No era la primera vez que los antidrogas se equivocaban. En octubre de 2014, un comando liderado por el entonces jefe de la SENAD, Luis Rojas, mató a Marcos y Hermenegildo Ovelar e hirió gravemente a Maria Gloria González, quien sobrevivió para contar lo sucedido.

Pero para la justicia el testimonio de González no sirve. Argumentan que es la madre de un condenado por secuestro enrolado en las filas del EPP y que por lo tanto eso invalida cualquier acusación que pueda hacer. Pero González tienen pruebas en su propio cuerpo que avalan lo que dice. Estando media muerta uno de los soldados la acuchilló varias veces y aunque las cicatrices de esas heridas prueban que dice la verdad, no hay ni fiscales ni tribunal que quiera investigar que fue lo que realmente pasó.

En 2019, Maria Gloría, víctima de la fallida redada, fue condenada a 6 años de prisión. El fiscal Joel Cazal la acusó de ser soporte logístico del EPP.

En diciembre de 2016, la FTC mató a Julian Ojeda Espinola, un agricultor de Kurusu de Hierro padre de 10 hijos.

La FTC nunca explicó lo sucedido y entregó el cuerpo de Julian, baleado, sucio y desnudo a su familia.

Lo que pasó con Julián y quien era realmente esta registrado en un reportaje que se publicó en Nanduti Digital en enero de 2017.

La verdad ocultada sobre le crimen del Capitán Piñanez

En el viaje para esa cobertura, mi guía se detuvo en Cuero Fresco para mostrarme el santuario en homenaje al Capitán Piñánez. Piñanez había muerto (según la versión oficial ) por una bomba que un miembro de la ACA arrojó contra la patrullera en la que se desplazaba entrada la noche del 26 de noviembre de 2014.

La diferencia entre las versiones que distintos actores de los equipos de seguridad ofrecían sobre el hecho, generó dudas. Fue entonces cuando el papá del explosivista, el general Herminio Piñanez, entro en escena. El militar retirado no solo confirmó que el Gobierno no decía la verdad, sino que denunció que su hijo había sido víctima de un asesinato orquestado por sus superiores para evitar que revelara una trama de corrupción que afectaba a los altos mandos y era encubierta por los fiscales.

El general murió el 9 de julio de 2019, pero dejó un testimonio que desnuda la trama detrás de un crimen que involucra no solo a miembros de la FTC sino a autoridades de gobierno, capos narcos y agentes del Ministerio Público.

“La verdad oculta” no es el escrito póstumo de un padre dolorido, es una investigación rigurosa y detallada sobre lo que pasó la noche del 26 de noviembre de 2014 y cómo los diferentes organismos de gobierno encubren los crímenes que se cometen en nombre de la lucha contra el EPP.